Moscú y Pekín trazan su estrategia frente a Washington
La UE calificó ayer de “inaceptable” y “lamentable” la decisión china de sancionar a diez personas, entre ellas cinco miembros del Parlamento Europeo, como represalia por las sanciones que el club comunitario impuso ayer a Pekín por los supuestos abusos de derechos humanos en el trato a los uigures en la región autónoma de Xinjian.
“En lugar de cambiar sus políticas y abordar nuestras preocupaciones legítimas, China de nuevo ha hecho la vista gorda y estas medidas son lamentables e inaceptables”, declaró el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, en la rueda de prensa posterior a la reunión de ministros de Exteriores en la que se aprobaron las sanciones contra Pekín.
El político español añadió que no habrá “cambios en la determinación de la UE de defender los derechos humanos y de responder a violaciones y abusos graves con independencia de dónde se cometan” e insistió en que la reacción china es “inaceptable” y “no responde” a las “preocupaciones legítimas” de los Veintisiete, para después agregar que la UE quiere que Pekín se implique en un diálogo.
Tras el anuncio de las sanciones de la UE, otros países, como EEUU, Canadá y el Reino Unido, adoptaron sus propias medidas restrictivas contra Pekín por los supuestos abusos de derechos humanos en el trato a los uigures.
En ese sentido, Borrell consideró la coordinación “perfecta” y aseguró que las sanciones de esos países terceros “ref lejan” las de
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, comenzó ayer una visita de dos días a China para escenificar el buen momento de las relaciones entre ambos países y cuadrar estrategias en un momento de crecientes tensiones mutuas con EEUU. Lavrov se reunió a
los Veintisiete. Asimismo, afirmó que la represalia china “ha creado una nueva atmósfera” y “una nueva situación” en las relaciones entre Bruselas y Pekín.
La UE sancionó ayer a cuatro altos funcionarios y una entidad chinos por graves violaciones y abusos de los derechos humanos en China por el trato a los uigures en la región autónoma de Xinjiang, en las primeras sanciones europeas contra China desde la masacre en Tiananmen, el 4 de julio de 1989.
Las medidas consisten en la congelación de sus activos en la última hora de ayer con su homólogo chino, Wang Yi, en la ciudad meridional de Guilin, apenas dos días después de los encontronazos entre Washington y Pekín durante su última reunión en Alaska y de que el presidente estadounidense, Joe Biden, llamara “asesino” a su homólogo ruso, Vladimir
UE y la prohibición de entrar en territorio comunitario, al tiempo que se impide a cualquier entidad de la Unión poner a disposición de los sancionados fondos comunitarios, directa o indirectamente.
Estas sanciones se engloban en un paquete de medidas restrictivas, adoptado ayer, contra once personas y cuatro entidades responsables de graves violaciones y abusos de los derechos humanos en China, Rusia, Corea del Norte, Libia, Sudán del Sur y Eritrea.
En respuesta, China sancionó a diez personas. Según un comunicado del Ministerio de Asuntos
Putin, y le acusara de intervenir en las elecciones de noviembre. Según el diario Global Times, ambas partes se informaron mutuamente sobre el estado de sus respectivas relaciones con EEUU, al que instaron a “reflexionar sobre el daño que ha causado a la paz internacional”.
Exteriores, “China se opone firmemente y condena las sanciones de la UE”, a la que acusa de “difundir mentiras” y de “dañar gravemente” su soberanía, y avisa de que “si la UE no corrige su error, habrá más medidas”.
Entre los sancionados ayer, que no podrán entrar en el país asiático, se encuentran los europarlamentarios alemanes Reinhard Bütikofer y Michael Gahler, el francés Raphaël Glucksmann, el búlgaro Ilhan Kyuchuk y la eslovaca Miriam Lexmann, además de otros políticos, investigadores y cuatro instituciones.