La Juventus tiembla bajo la tormenta
La derrota sufrida este domingo en casa contra el Benevento (0-1) puso posiblemente la palabra final a las ambiciones de la Juventus de retener por décimo año consecutivo el título de la Serie A, y le obligó a mirar hacia atrás, pues los de Andrea Pirlo se encuentran más cerca de quedar fuera de Europa que del liderato.
El regalo del brasileño Arthur Melo, centrocampista juventino, al argentino Adolfo Gaich, delantero del Benevento que anotó el gol del definitivo 0-1 en el Allianz Stadium, empeoró la tormenta en la que cayó la Juventus tras la eliminación sufrida en los octavos de final de la Liga de Campeones contra el Oporto.
Los números ligueros no perdonan al equipo de Pirlo. Tiene once puntos menos con respecto al año pasado, cuando estaban dirigidos por Maurizio Sarri, y veinte menos con respecto a hace dos años, cuando Massimiliano Allegri culminó cinco años de brillante éxito con una temporada inmaculada en la Serie A.
Si las lesiones han lastrado a la plantilla de Pirlo, que prácticamente nunca pudo contar con el argentino Paulo Dybala, entre otras bajas importantes, el rendimiento es insuficiente para pensar pelear con los grandes de Europa. Este año, la Juventus es tercera en la clasificación y está a diez puntos de distancia de un Inter de Milán, uno de sus históricos rivales, que ve acercarse a pasos agigantados el título.
Si el liderato está a diez puntos, la quinta posición, que supondría quedarse fuera de la próxima Liga de Campeones, está a solo dos puntos. La Juventus suma 55 puntos, como el Atalanta, cuarto por diferencia de goles, y el Nápoles, quinto, tiene 53.
Y el calendario, tras el presente parón de selecciones, es de alta exigencia. Los de Pirlo tendrán el derbi contra el Torino y a continuación se jugarán unos choques directos contra el Nápoles y el Atalanta, con, en el medio, un duelo frente al Génova. Partidos de alto nivel competitivo en el que la Juventus no puede permitirse nuevos tropiezos.