Pellegrini asegura que siente la misma ilusión que cuando empezó
● “A los técnicos convendría no juzgarlos desde su fecha de nacimiento, sino evaluarlos desde su capacidad y entrega”, señala el chileno, que resalta el valor de tener líderes en un vestuario
Manuel Pellegrini, en una interesantísima entrevista en el diario argentino La Nación, ofrece su punto de vista sobre diferentes cuestiones acerca de su trayectoria, su futuro, cómo ha afectado la pandemia al fútbol o el uso del VAR. Pero hay una cuestión en torno a su edad que el Ingeniero fulmina de manera tajante para quienes piensen que por sus 67 años ha perdido las ganas y la ilusión de seguir haciendo en el fútbol cosas importantes, y manda un aviso: “Para mí hay dos edades: la cronológica, desde el día que uno nació, y la biológica, que es aquella que marca como uno se mueve en el día a día. Yo siento el mismo nerviosismo, las mismas ganas y la misma vocación que cuando partí en esta profesión. La clave es que uno quiera mantenerse vigente, que significa un esfuerzo importante, porque uno no se puede dejar estar ni física ni intelectualmente. A los técnicos convendría no juzgarlos desde su fecha de nacimiento. Sí, evaluarlos desde su capacidad, su entrega y la exigencia personal que se advierta en ellos”.
Prueba de esto que comenta Pellegrini se vivió en torno a su fichaje por el Betis, pero su trabajo con el grupo y la obtención de buenos resultados le dan toda la razón al actual entrenador del equipo de Heliópolis, que resalta también la importancia de tener a varios líderes dentro de un vestuario: “Lo que es realmente importante para un entrenador es tener líderes en el plantel. Y esos líderes deben ser los que conduzcan al grupo, de acuerdo a las convicciones que entregue el técnico. Esos líderes positivos son fundamentales para un técnico y para poder hacer buenas campañas. Porque hay mucha más llegada de jugador a jugador que de técnico a jugador. El entrenador tiene la autoridad para hacerlo, pero esa autoridad no hay que confundirla con el poder que da el cargo. La autoridad está en tratar de convencer al jugador en base a argumentos técnicos, formativos y conocimientos. Uno tiene llegada como técnico, pero de jugador a jugador dentro de un vestuario, los líderes ambiciosos, los que buscan realmente hacer una campaña exitosa y no solamente consagrarse por un buen partido, en mi carrera han sido muy importantes”.
En el caso del Betis, Pellegrini siempre ha destacado a jugadores como Claudio Bravo y Joaquín, explicando el chileno qué tienen que aportar esos líderes dentro del plantel: “Primero, tienen que ser jugadores con cierta trayectoria, que hayan conseguido algo en sus carreras. Que estén dispuestos a que se les acerquen jugadores jóvenes y a ellos les puedan explicar que llegar es lo más sencillo, porque mantenerse y mejorar es la parte más difícil. Después diferentes tonos y carácter para ejercerlo, porque eso va en las personalidades, pe
ro la esencia es buscar el bien común. De otra manera no se puede liderar genuinamente”.
Por otro lado, el entrenador del Betis sigue lamentando la no presencia de aficionados en los estadios a causa de la pandemia: “Si antes ya se valoraba a los fans dentro de los estadios, esta pandemia ha demostrado que, sin gente, el fútbol pierde el 80% de su emoción. Entrar en un estadio vacío es de las cosas más tristes que me ha tocado ver dentro del mundo del espectáculo. No hay comparación entre la aparición de los equipos por el túnel, y sentir cómo un estadio que se viene abajo, con esta frialdad en las gradas que lamen
El entrenador entiende que los jugadores con más trayectoria deben ayudar a los jóvenes
tablemente la debemos aceptar por los problemas de salud. Sin ese ambiente alrededor del espectáculo, se pierde muchísimo la pasión y el interés”.
Por último, Pellegrini insistió en dejar claro el uso del VAR: “Es un tema conflictivo. En cierto modo ha mejorado al fútbol, porque había muchas equivocaciones no evaluables a través del criterio. Si se cobra un penal y la falta es fuera del área, eso no es criterio, es una equivocación, y ahí debe llegar el VAR para enmendarlas. Pero, por otro lado, el VAR ha pasado por encima del árbitro y eso me parece muy malo; el que arbitra es el árbitro, no el VAR. Veo que hay una serie de jugadas de criterio, que el árbitro está a tres metros, no puede no verlas y las delega en el VAR. Y ahí se llena de interrupciones el fútbol. Es sano para detectar errores, pero hay que seguir mejorándolo. Lo que no se puede es, viendo el partido por televisión, tomar decisiones arbitrales que le corresponden al árbitro”.