El Real Madrid golpea primero
● Los de Zidane toman ventaja ante el Liverpool en un duelo en el que manejaron registros diferentes ● Vinicius, con un doblete en su mejor día de blanco, y Asensio, los goleadores
Vinicius tenía reservado su mejor partido para un gran día. Su noche soñada enterró miedos en la definición y relanzó su descaro, a base de velocidad para golpear con fuerza al Liverpool en el Alfredo di Stéfano, con un doblete del brasileño y un tanto de Marco Asensio que conceden una buena ventaja para regresar a las semifinales previo paso por Anfield.
El gen competitivo del Real Madrid jamás desaparece. Es ajeno a las circunstancias que marcan un duelo europeo de altos vuelos. El fútbol pandémico no sólo deja estadios vacíos que empequeñecen el espectáculo. Al Real Madrid le golpeó horas antes de la gran cita con el positivo de Varane. Pudo afectar a la idea de jugar con tres centrales de Zidane, pero no a la mentalidad ganadora exhibida por el rey de Europa.
Un partido coral, unidos en el esfuerzo, lanzados en una moral que se disparó según el Madrid encontró su mejor fútbol. Con ritmo y precisión. Hizo largo al Liverpool con pases en profundidad de Kroos, anulando su intención de presionar arriba.
El Real Madrid encontró inseguridad en su rival por sus bajas defensivas y un flanco que atacar. Alexander-Arnold era un flan y Vinicius lo volvió loco. Era el día del brasileño. El momento para trasladar al mayor escenario su momento de crecimiento. Inventó un control en carrera perfecto antes de buscar a Modric, derribado al borde del área. Mendy incidió por la misma zona y Vini cabeceó cruzado. A la tercera fue letal corrigiendo ese nerviosismo que siente en la definición. El pase milimétrico de Kroos para romper la defensa inglesa y el desmarque de ruptura del brasileño. Control con el pecho y mano a mano superado con una facilidad hasta ahora inexistente.
El tanto dejó tocado al Liverpool y el Real Madrid lo sintió. Y apareció Asensio para extender su racha goleadora a cuatro partidos consecutivos. Con la confianza de pelear por cualquier balón y encontrar el mal despeje de Arnold para picar el esférico a la salida del portero y marcar a placer el segundo.
Klopp no esperó al descanso para intentar cambiar el guión. Metió en el campo a Thiago por Keita. “¿Qué estamos haciendo con la pelota? La queremos”, gritó en inglés el centrocampista español ejerciendo liderazgo e invitando a dar un giro al partido.
Lo consiguió por momentos nada más iniciarse el segundo acto. El pase filtrado a Salah encontró su pegada al límite del fuera de juego. Lucas lo habilitaba. El primer disparo a puerta, era gol.
Y se dio cuenta el Madrid para recuperar el balón y ser más letal que nunca. De esa mutación, la culpa la tuvo Vinicius. Había perdonado Asensio una contra de tres contra tres por pensar demasiado como culminarla. No lo hizo Vinicius al rematar de primeras y convirtiendo en oro un pase de Modric. Su remate entre las piernas de un rival y ajustado al poste devolvió a la lona al Liverpool, que aún pudo recibir un cuarto antes de un final con el Madrid defendiendo su ventaja, casi sin fuerzas pero con mucho corazón.
Vinicius
Jugador del Real Madrid
Hemos trabajado muchísimo para llegar en el mejor momento de la temporada”