La curiosa unión de ‘romanistas’ y ‘pizarristas’ contra Susana Díaz
Desde hace muchas décadas en el PSOE de Cádiz conviven dos facciones históricamente enfrentadas: la de los pizarristas o clan de Alcalá y la de los romanistas. Los primeros siempre tuvieron como paladines a Luis Pizarro y al desaparecido Alfonso Perales; los segundos han tenido como referentes a los hermanos Rafael y José María Román. Y la influencia de unos y otros ha sido fundamental para establecer alianzas de las que han ido emanando las diferentes direcciones provinciales y, a veces, los cambios regionales. Al pizarrismo, por ejemplo, se le ha asociado siempre con Chaves, mientras que el romanismo fue uno de los apoyos esenciales primero de Griñán y luego de Susana Díaz.
Pero en el actual proceso precongresual se está produciendo un fenómeno jamás visto en la provincia de Cádiz y es que romanistas y pizarristas parecen haber coincidido en que la persona ideal para tomar las riendas del partido en Andalucía es Juan Espadas. Unos y otros se han posicionado del lado del pedrismo en este pulso y esta alianza, aunque sea coyuntural, supone un hándicap añadido contra el que tendrá que combatir Susana Díaz en su pretensión de ser reelegida secretaria general. Una vez que acabe la guerra de estas primarias regionales vendrá la del congreso provincial donde, a priori, ahí sí volverán las hostilidades.