San Jerónimo se opone a perder 22 de las 24 paradas de la línea 3
Medio millar de vecinos, según los organizadores, se concentraron en protesta por los cambios
Varios cientos de vecinos de todos los barrios que integran San Jerónimo (medio millar según la plataforma vecinal La línea 3 no se toca), apoyados por residentes de otras zonas como Bellavista o La Barzola, se concentraron ayer en la explanada de la avenida José Galán Merino junto al campo de fútbol frente a la Papachina para recalcar su rechazo frontal a los cambios previstos por el gobierno de Juan Espadas para la línea 3 de Tussam. Esta reforma iba a aplicarse en marzo pero se retrasa a mayo.
En la concentración, convocada por la plataforma, se informó a los asistentes de los efectos de la modificación de esta línea, que supone “la desaparición de 22 de las 24 paradas que actualmente recorren el barrio en toda su extensión, que comprende las zonas de El Higuerón, Papachina,
Barrio Viejo, Patronato, Renfe, Demo y Emvisesa”, según explicaron sus portavoces.
“En San Jerónimo está todo el barrio muy levantisco. Hemos luchado por cada mejora que hemos conseguido para esta zona. No sé si Espadas es consciente de eso”, señala la plataforma de la que es portavoz José Antonio Gaciño.
En el acto se ofreció información sobre los planes municipales anunciados en agosto de 2020 y concretados en octubre, y la plataforma lamentó “que se siguen manteniendo en 2021 con un leve retoque: mantener sólo dos paradas, que tocan el barrio de San Jerónimo como de refilón y lejos de la mayoría de sus vecinos, dejando totalmente aislados a los del Higuerón y la Papachina”.
En la concentración se repasaron las acciones realizadas por la plataforma en los últimos meses y se propusieron nuevas movilizaciones, siempre dentro de las medidas de seguridad a que obliga la pandemia. Se ha celebrado una asamblea informativa con el concejal delegado del Distrito Norte y con el gerente de Tussam, una intervención en el turno ciudadano del Pleno municipal del 19 de noviembre pasado, pegadas de carteles y recogida de firmas (más de 5.000) en contra de los cambios propuestos por el gobierno local para esta línea.