PATRIMONIO
Las obras de restauración de los antiguos tribunales del Arzobispado de Sevilla han deparado importantes sorpresas. Estas estancias, situadas en el segundo patio del Palacio Arzobispal, han estado en obras un año aproximadamente y han sacado a la luz restos de arcos, bellos suelos, artesonados y estructuras desde el siglo XV, muy anteriores a la época en la que el arquitecto italiano Vermondo Resta da forma a la actual sede la Archidiócesis de Sevilla. La crisis económica provocada por el Covid-19, derivada en una importante falta de ingresos por el cierre turístico de la Catedral de Sevilla, ha provocado que estas estancias se queden en bruto a la espera de una terminación cuando las circunstancias lo permitan y haya disponibilidad presupuestaria.
Los andamios y los elementos de obras han desaparecido en las últimas semanas del bello segundo patio del Palacio Arzobispal de Sevilla. En el extremo norte de este lugar se encuentran las estancias en las que se ha estado trabajando en el último año. Es la antigua sede del Tribunal de Primera Instancia. “Esto formaba parte de las casas más antiguas. El edificio está construido sobre una serie de viviendas a las que se da forma de palacio en el siglo XVII”, explica Alberto Benito, Ecónomo del Arzobispado de Sevilla.
Durante la ejecución de las obras se han levantado los rellenos acumulados durante siglos para ejecutar las canaletas de instalaciones contempladas en el proyecto, y se ha llegado hasta las cotas coincidentes con las de la galería del fondo de este segundo patio, trazado y construido por Vermondo Resta en torno al año 1600. Se ha podido comprobar que las estancias que lo rodean mantienen sus pavimentos a la misma cota de dicho patio. Además, en los trabajos de picado de paramentos, se ha descubierto una porción de un arco polilobulado, probablemente del siglo XV o XVI, y su correspondiente jamba. En la zona de la escalera también ha aparecido un arco conopial, propio del gótico flamí