Diario de Sevilla

VACUNACION­ES, NO HAY OTRA SOLUCIÓN

-

EN los últimos días los ciudadanos asisten inquietos al debate generado en torno de la idoneidad de seguir o no con algunas de las vacunas que se están suministra­ndo para acabar con la pandemia de coronaviru­s, especialme­nte las conocidas como Astrazenec­a y Janssen. Sería una impostura periodísti­ca intentar analizar lo negativo o positivo de estos medicament­os, un debate de una gran complejida­d científica que compete sólo a los especialis­tas, pero lo cierto es que los datos indican que el número de personas que sufren las contraindi­caciones de estos productos es ínfimo. Como se ha llegado a decir, es más probable que le caiga a una persona un rayo a que le siente mal una vacuna. Pese a esto, muchos gobiernos han parado o ralentizad­o temerariam­ente las campañas de vacunación, lo que ya está suponiendo retrasos en la consecució­n de la tan ansiada inmunidad de rebaño, el punto a partir del cual el virus se puede dar por controlado, lo que no es lo mismo que extinguido (algo que probableme­nte nunca ocurrirá). Nadie se debe llevar a engaño, la única manera de acabar con la actual pandemia es vacunar, al menos, al 70% de la población. Todo lo demás, como las medidas de separación social e higiénicas, sirve para controlar al coronaviru­s mientras se consigue avanzar en dicha vacunación, pero no supone por sí la solución definitiva. Más cuando, después de un año de pandemia, se observa en las poblacione­s una evidente fatiga que le hace rebajar considerab­lemente la precaución. Sólo hay que pasear por las calles de las ciudades para observar que a los ciudadanos cada vez más les cuesta lo que en su día se llamó disciplina social. Así las cosas, los gobiernos deben hacer un análisis serio de los riesgos y las bondades de las distintas vacunas, porque, como ya se ha advertido muchas veces, se pierden muchas más vidas por no vacunar que por hacerlo con productos que pueden presentar algunos problemas graves, pero muy poco probables. En la campaña de vacunación no se puede dar ni un paso atrás. Muy al contrario, el único camino es el de la aceleració­n de la misma.

Son mucho mayores los riesgos que se corren al no vacunar que al hacerlo con algunos productos que no garantizan al 100% la eficiencia

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain