La mayor llegada de dosis frena la modificación del plan de vacunación
● Andalucía propone espaciar la segunda inyección en un trimestre en que se espera triplicar el suministro ● Salud Pública estudia los retoques
No es un debate nuevo en la comunidad científica pero sí es novedoso que las comunidades autónomas lo propongan. Se trata del espaciado entre la primera y la segunda dosis de las vacunas de ARN mensajero (Pfizer y Moderna), un cambio que busca alcanzar lo más rápidamente posible un porcentaje de la población con al menos una dosis puesta. Andalucía y Cataluña están entre las comunidades autónomas que elevaron la solicitud en la reunión que el Ministerio y las consejerías de Sanidad mantuvieron ayer en el seno del Consejo Interterritorial. Ésas y otras sugerencias relativas a la campaña vacunal y a las medidas de restricción serán estudiadas de aquí en adelante por la Comisión de Salud Pública, que celebra hoy una reunión ordinaria.
La demora de la primera y de la segunda dosis más allá de la indicada en los prospectos de los fármacos –21 días en el caso de Pfizer y 28 en el de Moderna– cuenta con defensores y con detractores en la comunidad científica. También entre los dirigentes. En el caso del Gobierno andaluz, que ayer volvió a pronunciarse al respecto en boca del consejero de Salud, Jesús Aguirre, dilatar la segunda dosis supone “avanzar en la vacunación de un mayor número de personas en el menor tiempo posible”. Este razonamiento, cuya lógica se fundamenta en una circunstancia de urgencia y pocas dosis, pierde cierto valor con los 36 millones de vacunas que arribarán a España en el segundo trimestre, más del triple de las 10 que llegaron durante el primer trimestre. El anuncio de los cuatro o cinco millones de fármacos que adelantará Pfizer a España puede compensar la “poco probable” anulación de los 5,5 millones de inyectables de Janssen –informan fuentes de la industria farmacéutica–, cuya primera tanda está paralizada hasta que decida la EMA.
La modificación del plan de vacunación exige un estudio y deliberación previos de la Ponencia de Vacunas y de la Comisión Salud Pública, asunto que se encuentra en proceso de examen, a tenor de la información aportada ayer por la ministra de Sanidad, Carolina Darias, quien dio a entender que el debate sobre la dilatación de la segunda dosis ha perdido fuerza debido a la multiplicación en la llegada de los suministros.
Aunque aún no hay una evidencia científica concluyente sobre una y otra postura, hay ensayos que alertan de la reducción de la producción de defensas antes de la administración de la pauta completa con dos dosis, un extremo que repercute en la relativa menor protección de los vacunados y, además, en la creación de un ambiente propicio para que el coronavirus genere nuevas mutaciones. Otros experimentos, por contra, defienden que la inoculación de una sola dosis produce un nivel de protección suficiente para acometer innovaciones en los planes. Los estudios siguen.