Sánchez no presenta ningún plan alternativo al fin del estado de alarma
● El PP volverá a tratar de modificar la ley de Salud Pública para dotar de cobertura jurídica a las restricciones tras el 9 de mayo
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ratificó ayer ante el pleno del Congreso su intención de poner fin el 9 de mayo al estado de alarma decretado ante la pandemia de coronavirus y sin necesidad de aprobar un plan alternativo como le exige la oposición.
Esa negativa provocó un cruce de reproches, principalmente entre Sánchez y Pablo Casado, durante el debate sobre el estado de alarma y el Plan de Recuperación y en el que el líder del PP acusó al jefe del Ejecutivo de actuar con chulería y de gobernar como Napoleón.
A unos días de enviar ese Plan de Recuperación a Bruselas, Sánchez expuso ante el pleno sus ejes y aseguró que va a ser “un gran motor” para España y el proyecto más ambicioso de transformación económica de toda la historia del país.
En ese contexto, aprovechó para anunciar la ampliación en tres meses de las políticas de moratoria de alquiler y suspensión de desahucios para colectivos vulnerables.
La oposición, con Casado a la cabeza, le recriminó que no le haya tenido en cuenta para este plan, pero las críticas fueron escalando ante la gestión de la pandemia y la previsión del Gobierno de no prorrogar el estado de alarma más allá del 9 de mayo.
Eso es lo que pretende Sánchez siempre que la situación epidemiológica lo permita, y, por eso, pidió seguir resistiendo un poco más.
A partir de esa fecha advirtió de que el éxito contra la pandemia dependerá de la unidad de todos, de la eficacia de la coordinación y de la responsabilidad individual.
Ante ese escenario, Casado anunció que el PP volverá a registrar una iniciativa para modificar la ley de Salud Pública con el fin de que sirva de amparo a la situación posterior al 9 de mayo, al tiempo que acusaba al jefe del Gobierno de no legislar porque prefiere gobernar como Napoleón, por decreto.
“¿A usted no se le cae la cara de vergüenza, señor Sánchez? ¿Cómo tiene la desfachatez de venir aquí con esa arrogancia? ¿Usted quién se cree que es?”, le espetó además de acusarle de “gafe” y, en medio de la precampaña para las elecciones en la Comunidad de Madrid, de engañar a los madrileños.
Pero le invitó a seguir atacando a la candidata del PP, Isabel Díaz Ayuso, porque cree que, así, ella tiene la mayoría absoluta asegurada.
Sánchez no prevé apoyar la reforma legislativa que propone Casado ni ningún plan alternativo al fin del estado de alarma como le piden otros partidos como PNV, Ciudadanos, Más País, Compromís o BNG.
En respuesta al diputado del PdeCat, Ferran Bel, subrayó que la alternativa es la vacunación (está seguro de cumplir la previsión de que el 70% de los españoles estén inmunizados a finales de verano) y la cogobernanza.
Por tanto, cree que las comunidades cuentan con herramientas y garantías suficientes para afrontar el nuevo escenario.
Tras dejar clara su intención, respondió a Casado considerando que es un “patriota de sí mismo y con las ideas de Vox”, le reprochó su tono “gritón, faltón, impaciente e inquieto” con el que “busca bronca” en el Congreso y creerse que está en la tribuna como en una barra de bar.
“No sé quién me he creído (que soy) pero no soy menos que usted”, replicó al líder del PP, al que dijo que quizás esté inquieto porque no le dejan entrar en la campaña electoral de Madrid.
Muy crítico con Sánchez fue también el líder de Vox, Santiago Abascal, quien exhibió un adoquín para simbolizar la violencia que sufren sus simpatizantes y asegurar que no responderán de la misma manera para evitar el enfrentamiento civil.
Abascal se mostró partidario del fin del estado de alarma pero acusó al Ejecutivo de ser “el Gobierno de la muerte y de la ruina”.
Sánchez contraatacó asegurando que Vox ha alentado al Ejército para dar un golpe de Estado.
Un socio del Gobierno como el PNV, por boca de su portavoz, Aitor Esteban, le advirtió de que es una temeridad poner fin el 9 de mayo al estado de alarma, y la líder de Cs, Inés Arrimadas (a la que Sánchez ha avisado de que aparenta que padece el “síndrome de Estocolomo” con el PP), le instó igualmente a aclarar su alternativa para el día después.
Pablo Echenique, portavoz de Unidas Podemos, defendió los planes de Sánchez y auguró que los socios del Ejecutivo, tras “impedir que los reaccionarios sigan vampirizando Madrid” tras el 4 de mayo, volverán a ponerse de acuerdo para seguir gobernando pese a sus diferencias.