Diario de Sevilla

“La muerte de Juan Carlos le ha tocado la fibra a mucha gente”

● La mujer de la víctima del atropello con fuga, viuda por segunda vez a los 49 años, relata cómo le ha cambiado la vida el accidente y recuerda la figura de Juan Carlos Cortés Aguilar

- Fernando Pérez Ávila

María del Carmen Martínez Vargas, de 49 años, se quedó viuda por segunda vez hace una semana. Un conductor con el carné retirado atropelló a su pareja, Juan Carlos Cortés Aguilar, de 53 años, la noche del sábado 10 de abril en la Ronda del Tamarguill­o. Luego se dio a la fuga, permaneció oculto durante tres días y se entregaría a la Policía a mediodía del martes 13. La mujer de la víctima recibe a este periódico en su casa de San José de la Rinconada, donde la pareja residió los últimos cinco años. Le acompaña su cuñada, hermana de su primer marido, que falleció de una larga enfermedad años atrás, y que estos días supone un apoyo fundamenta­l para María del Carmen.

Lo primero que hace es advertir de que no está acostumbra­da a “estas cosas”, dice, en referencia a hablar con la prensa. Nadie que no sea una persona pública lo está, y María del Carmen se ha visto esta semana atendiendo a varios medios de comunicaci­ón. Sin embargo, la charla f luye de manera agradable. A ello contribuye el recuerdo de Juan Carlos, del que sigue hablando en presente y al que llama varias veces “mi Carlos”. “Es una persona estupenda, llevábamos cinco años de relación y, aquí en San José, todos los que se han enterado se han quedado consternad­os. Trabajador, amigo de sus amigos... si no te conocía y le pedías un favor te daba lo que fuera. Lo daba todo. Bonachón, bromista...”. “Era genial”, resume su cuñada.

María del Carmen y Juan Carlos llevaban juntos cinco años. Juan Carlos tenía un hijo de un matrimonio anterior, con el que no mantenía relación. “Te estoy hablando y aún no me hago la idea. Tengo la sensación de que esta noche volverá de trabajar. Es una pesadilla, pero pienso que voy a estar fuerte porque voy a luchar para su Justicia”. De hecho, ya ha puesto el caso en manos de una abogado y se ha personado como acusación particular.

“Tengo que estarlo por él, que merece que se le haga Justicia”, dice, señalando una fotografía en la que la pareja posa sonriente con el mar de fondo. “Es lo único que pido, Justicia, que cumpla la condena que se le imponga y que sea una pena justa. Porque esto no es una distracció­n de una persona que coge el móvil y se le ha caído, sino alguien que viene a una velocidad tremenda”.

“Una persona puede cometer un error, somos humanos, y al coger un coche uno no está libre de nada, pero párate y socorre a esa persona. No hay que ir a tanta velocidad para dejar a un hombre como Carlos, fuerte y grande, de esa manera. ¿Cómo no iría esa persona? Sería un rayo. A Carlos no le dio tiempo a reaccionar y a echar a correr en el paso de peatones, o a quedarse atrás”, se pregunta, como si hubiera repasado mentalment­e la secuencia del accidente bastantes veces.

El presunto autor del atropello, Francisco José P. R., de 30 años, tenía el carné retirado y varios antecedent­es por delitos contra la seguridad vial. “¿Qué hacía esa persona cogiendo el coche, por favor? Con tanta libertad, saltándose un toque de queda...”, se pregunta. “No es un asesinato, pero es como jugar a la ruleta rusa. Si coges el coche sin carné y vas a esa velocidad, en algún momento sabes que vas a tener un problema. Tiene muchísimas cosas en contra. Espero que pase muchos años en prisión, aunque sé que llegará un día que saldrá, por supuesto”.

Difícilmen­te olvidará la noche del 10 de abril. “La compañera de Juan Carlos, Charo, me llamó a las once y media. Yo estaba en casa, estaba recogiendo un poco y me iba a duchar. Acababa de llegar de casa de mis padres, pues mi padre está enfermo en la cama”. Suena el teléfono y es la voz de Charo, que le dice “Mari Carmen, vente para acá que a Carlos lo han atropellad­o”. “¿Pero qué me dices, Charo, cómo está? Vente para acá, fue su respuesta. Yo ya empecé a pensar en lo peor”. María del Carmen llamó a una vecina y amiga, que la acompañó. La hija de ésta fue quien condujo el coche hasta el lugar del atropello. “La chiquilla estaba en la cama ya y cogió el coche en calzonas. Me dijo que cómo iba a conducir yo en ese momento”.

Allí, en el lugar de los hechos, se enteró de algo más. “La compañera iba detrás de él. Carlos murió en el acto. Charo le decía que aguantara, pero ¿cómo iba a aguantar?”. Cuando llegó, se encontró con el dispositiv­o sanita

Es una pesadilla, pero voy a estar fuerte porque voy a luchar para que tenga la Justicia que merece”

Era un hombre para el que el trabajo era su vida y todo le salía bien. En la cocina parecía que tenía seis brazos”

No es un asesinato, pero coger el coche sin carné y a esa velocidad era como jugar a la ruleta rusa”

Mi primer marido murió de enfermedad, me despedí de él, pero Carlos dijo ‘a ver si no salgo tarde’ y no volvió”

rio y de la Policía Local de Sevilla desplegado en la Ronda del Tamarguill­o. Los primeros trataban de reanimar a su pareja, que ni siquiera pudo ser trasladada al hospital, pues murió en el acto. Los segundos realizaban pruebas y mediciones para tratar de reconstrui­r el accidente y determinar la velocidad a la que circulaba el conductor. Mientras, se revisaban las cámaras de tráfico para tratar de identifica­r al sospechoso. “Se volcaron conmigo desde el minuto uno. Para ellos, mi palabra es gracias. Es increíble lo bien que ha actuado la Policía, tengo muchísima fe en ellos y en su trabajo para que esto vaya bien y tenga un buen final”.

Después llegarían dos días de incertidum­bre hasta que por fin el conductor se entregó a la Policía, ya acorralado, a mediodía del martes. “Pensé que podía esconderse y que pasaran los días y los días, pero yo tenía confianza en la Policía. Encontraro­n muy rápido el coche y vi una gran implicació­n por su parte. A mí eso me reconforta. Les doy las gracias y mi enhorabuen­a. Sé que ellos están ahí y que la investigac­ión sigue, y ya se verá si hay más cosas”.

Juan Carlos Cortés siempre fue cocinero. Trabajó muchos años en el restaurant­e Altamira, en Santa María la Blanca, y llevaba aproximada­mente dos años en el bar Tamarguill­o Tapas. “Todo le salía bien. El rabo de toro, la carrillada... A las siete de la mañana ya estaba pensando en lo que iba a preparar y se ponía a hacer fondos de paella... Parecía que tenía seis brazos en la cocina”.

El negocio estuvo cerrado dos días y reabrió el martes, el mismo día que se entregó el conductor. “Sus compañeros están rotos. Han vuelto a abrir, porque hay que seguir adelante y afrontar las cosas. Abrieron el martes con muchísima tristeza. Dicen que en cada rincón está Carlos”. María del Carmen agradece el apoyo de sus compañeros, no sólo los de este bar sino los de otros negocios en los que trabajó. “Aquí en San José su muerte ha causado una gran consternac­ión. Esta muerte tan absurda le ha tocado la fibra a mucha gente, quizás porque le pudo pasar a cualquiera”.

“Era un hombre para el que el trabajo era su vida. Le llenaba, era feliz haciendo de comer. Tenía un día de descanso y se ponía a hacer paellas”, cuenta, y explica que se pasó el confinamie­nto cocinando. Y que estaba deseando que levantaran el cierre provincial para ir a ver su padre, que reside en su localidad natal, la pedanía jerezana de La Barca de la Florida. Y cada vez que veía el Betis por la tele le preguntaba a su mujer cuándo podrían ir a verlo otra vez al campo. Al padre, que padece alzhéimer, todavía no le han comunicado la muerte de su hijo. La hermana de Juan Carlos no encuentra fuerzas para ello. Hace seis años tuvo que enterrar a otro hermano que sufrió un ictus con 40 años.

Entonces pudieron donar los órganos. “Son gente generosa”. La hermana preguntó por ello, pero en el caso de Juan Carlos no fue posible. “Estaba destrozado, recibió un golpe brutal”. “Cuando me preguntan qué espero ahora, digo que no me lo van a devolver, pero al menos que esa persona [el conductor] piense lo que ha hecho. No sé si ahora será consciente de lo que ha hecho, pero cuando pasen los días en prisión y lo piense fríamente sí lo será. Ya no sólo ha destrozado a nuestra familia, me imagino que la suya también le dirá: pero hijo, ¿qué has hecho?”. Admite que no sabe cómo reaccionar­ía si tuviera frente a ella al conductor que mató a Juan Carlos. “Creo que le miraría a los ojos y le preguntarí­a por qué. A veces las miradas hacen más daño que cualquier otra cosa”.

Juan Carlos Cortés supuso un soplo de alegría para una persona que se había quedado viuda tiempo atrás, tras perder a su primer marido víctima de una larga enfermedad. “Fueron dos años de lucha. Mi marido era la típica persona que no parecía que estuviera malo. Pero después se fue deterioran­do y estuvimos un tiempo muertos en vida. Y he tenido mucho apoyo de mi familia, porque la familia de él es mi familia”, y señala a su cuñada, que la acompaña en la entrevista.

“Pero es una enfermedad, me pude ir haciendo a la idea y me pude despedir de él. Hasta el último momento estuvimos dándole besos y él se fue con eso. Pero Carlos salió de casa y me dijo ‘a ver si no salgo muy tarde’ y ya no volvió más”.

Dos muertes, dos tragedias para una misma mujer que hoy quiere ser fuerte y luchar para que se haga Justicia. Y que se queda con la frase de la hermana de la víctima: “Contigo han sido sus mejores años, cuñada, eres un ángel”.

La Policía se volcó conmigo desde el minuto uno, he visto una gran implicació­n y les doy las gracias”

Si tuviera delante al conductor, creo que lo miraría a los ojos. A veces las miradas hacen más daño”

 ?? REPORTAJE GRÁFICO: JUAN CARLOS MUÑOZ ?? María del Carmen Martínez Vargas sostiene una fotografía en la que posa con su marido, Juan Carlos Cortés.
REPORTAJE GRÁFICO: JUAN CARLOS MUÑOZ María del Carmen Martínez Vargas sostiene una fotografía en la que posa con su marido, Juan Carlos Cortés.
 ??  ?? La viuda de la víctima del atropello, en un momento de la entrevista.
La viuda de la víctima del atropello, en un momento de la entrevista.
 ??  ?? Juan Carlos Cortés, en una fotografía de carné.
Juan Carlos Cortés, en una fotografía de carné.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain