El Betis expía sus pecados
● El conjunto verdiblanco se impone al Estudiantes, con el ‘average’ de propina, en un duelo que dominó desde su intensidad defensiva ● La efectividad de Randle remató a un rival directo
Apenas tres días después de ser barrido por el UCAM Murcia, el Coosur Betis se rehízo, se levantó de ese resbalón en San Pablo tirando de carácter y orgullo y con un gran encuentro atrás, intenso desde la energía que impone Pablo Almazán, y los puntos de un Randle que expió sus pecados del otro día, el equipo de Joan Plaza se llevó un gran triunfo en la lucha en la zona baja ante Estudiantes por 82-96 con el average de propina.
Se la jugaba el conjunto verdiblanco y no falló. Entendió el plantel hispalense que todo se decidía con el trabajo atrás, cerrando las vías de anotación del rival, con Avramovic y Barea fundamentalmente, y atacó con cabeza con un efectivo Randle (9/12 en tiros de campo). Pero enfrente el cuadro madrileño también se jugaba mucho y no fue fácil decantar un choque que pudieron romper antes los visitantes, que perdieron en el se
gundo cuarto 14 puntos de renta para empezar de cero. Pero estuvo fuerte el Betis mentalmente y supo empezar de cero repitiendo lo que venía haciendo: intensidad atrás y cabeza en ataque.
Desde el primer minuto se vio un Betis con otra actitud. La jornada de brazos caídos del jueves dio pasó a una actividad mayor en defensa que se personalizaba en Pablo Almazán, que se iba al suelo para rescatar un balón y estaba en todos lados para contagiar a los suyos: el 11-18 del primer cuarto era una declaracion de intenciones.
Con los locales desacertados en el triple al inicio (0/5 en el primer cuarto), la velocidad de Randle y el dominio de Ndoye en la pintura ponían el 17-31 con el que el cuadro hispalense amagaba con despegarse. Pero un triple de Barea despertó a Estudiantes y un parcial de 13-2 ajustaba de nuevo el marcador (30-33) con Ángel Delgado rebañando todos los balones que tocaban el aro. Llegó a empatar el choque 35-35 (el mejor resultado tras el 4-2 del principio), pero un 2+1 de Campbell y el acierto de Randle desde la personal (infalible en el Wizink con 7/7) le dieron aire a los verdiblancos para irse a los vestuarios por delante en el marcador (3540). El 1/12 en triples lastraba a los locales, mientras que los visitantes sobrevivían aun con un solo rebote ofensivo capturado.
La puesta en escena del tercer acto sería clave. Y el Betis, con Borg frenando a Barea y el colectivo con ganas en defensa, se instaló en la decena de puntos de ventaja viviendo cómodamente. Una extraña comodidad, porque el rival se agarraba a los triples (4/11 en este cuarto por 1/3 en tiros de dos puntos) para no irse del partido, mientras el Betis anotaba con facilidad, aun cuando Feldeine no aparecía (50-61).
Once puntos eran un botín que hubiese firmado cualquiera para encarar los 10 últimos minutos. Se esperaba un Estudiantes agresivo de salida, pero el Betis no se amedrentó. Al contrario. Apareció Feldeine para reclamar su cuota de protagonismo en ataque y Randle veía el aro como una piscina (16 puntos en este cuarto) para, entre los dos, someter a
El cuadro verdiblanco iguala a nueve triunfos con Estudiantes, pero con un partido menos
los de Jota Cuspinera, que aguantaban con los triples de Vicedo y los rebotes de Delgado.
Quiso entonces volver loco el partido el Estudiantes, esperando cambiar el rumbo mientras Barea y Avramovic seguían bien frenados. Roberson dijo adiós al duelo lesionado en un pie y sobre Vicedo y Delgado recayó todo el peso del ataque colegial. Canasta por allí, canasta por allá, poca defensa y un intercambio de golpes del que salió vencedor el Coosur Betis (32-35 en este cuarto), con Randle en plan estrella y Feldeine tirando de galones.
Así dio un paso importante, que no decisivo aún, en su objetivo de agarrarse a la ACB en una recta final loca, con partidos aplazados que reflejan una clasificación con muchas interrogantes. Aunque una cosa está clara. El Betis ya está con los mismos triunfos que Estudiantes, el average en el bolsillo y un partido menos. El agua sigue al cuello, pero el equipo sigue peleando por sacar la cabeza.