Enorme paso de los béticos ante Estudiantes (82-96)
Calle Feria. Arteria que une el centro con la Macarena, suenan sevillanas en sus comercios, hay balcones engalanados con volantes y mantones, banderas de la primavera
EN esta calle es Feria todo el año. Este Lunes de Feria pasear por ella es como hacerlo por Juan Belmonte, que en el real más irreal de la primavera iría paralelo a Joselito el Gallo y Pascual Márquez, las horizontales en el tablero de la fiesta suspendida, perpendiculares a la de Pepe Luis Vázquez, torero del que este año es el centenario de su nacimiento y da nombre a la calle donde está la Caseta Municipal que sin duda libraría un duelo de cortesías y desplantes entre quienes protagonizarán el duelo de las primarias, Susana Díaz y Juan Espadas, anfitrión en salmuera.
El Jueves de Feria habrá más gente en el Jueves de la calle Feria. En el mercadillo más antiguo de Europa se puede ver el tránsito de una fiesta a otra, ambas inéditas, en las fotos que Beatriz Moreno tiene en su puesto, fotos de su tío, Máximo Moreno, de nazarenos de Montesión por la calle Correduría; fotos de su padre, Benito Moreno, hermano del Silencio, de costaleros asomados por la escotilla de la trabajadera.
Feria clandestina, como el comunismo de antaño, en la selección de sevillanas en el MAS de la calle Feria. Siglas de Martín Andaluza de Supermercados, una empresa familiar procedente de un pueblo de Ávila llamado Mercadillo, topónimo profético. La calle Feria, donde nacieron los trianeros Belmonte y Jesús de la
Rosa, tiene dos mercadillos potentísimos, el Jueves donde Carriazo encontró la pista del tesoro del Carambolo, y la cadena de supermercados de los hermanos Martín, medalla de la ciudad.
Fran Nuño, librero, editor y escritor con librería en la calle San Luis, paralela a Feria, junto al Pumarejo, hizo un libro sobre la Feria de Abril para niños que también deben leer los mayores. Para no perderse en la Feria, que tenía una caseta para Niños Perdidos. En la Alameda, el bar La Casa Azul es una caseta de Feria, con sus farolillos y su pañoleta. En la esquina de Feria con Relator en un balcón alguien ha colocado un mantón con su volante. La bandera de la primavera.
Cuadernos de Roldán tiene una caseta de papel. Esta tertulia prepara su cuaderno número 100 dedicado a Itálica, con coordinación de Antonio Molina Flores.
Editó hace tres años un número de primavera. Lo tituló Las Castañuelas. Se imprimió en talleres de Bormujos el 26 de abril de 2018. Y en la nómina figuraban Paula Garvín, la ex munícipe que una Feria lució un traje de gitana con los colores de la República,
Juan Masero, José María Aguilar y Jesús Solano, investigador y coleccionista digno de figurar en el Guinness de las castañuelas.
La portada es de Antonio Martín Maqueda. Un dibujo en el que, metáfora de la Bienal, hay baile, cante y toque, el trívium de una caseta de Feria cuando se van los moscones y se quedan los cabales. “A las Castañuelas”, se lee en el propósito del Cuaderno, “tipo andaluzas, únicas, como reconocimiento al sitio que ocupan en el baile regional y en la música clásica”. Antonio el Bailarín, que este año está de centenario, es primo hermano en las artes de Stravinsky. “Sirva este homenaje para reivindicar que vuelvan a las manos de las mujeres andaluzas, en las Ferias, ataviadas con sus trajes de gitanas”. Un anhelo que ahora suena a ciencia-ficción, a relato de Ray Bradbury por sevillanas: “Yo tengo unos palillos con cintas colorás”.
El sábado repicaron las campanas por el nuevo obispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses. Jesús Solano, Julio Caro Baroja de esta música digital de aromas analógicos, escribe: “Los repiques de campanas mandan a tiempo susurros a los golpes de los yunques de castañuelas a tiempo”. Del cielo a las manos, al revés que la Capilla Sixtina de Miguel Ángel, de las manos al cielo. Una de las firmas de Cuadernos de Roldán es Javier María, suena a novelista hijo de filósofo con sillón en la Academia y novela en las librerías. Con estribillo del riá riá pitá, retrata a Enrique el Cojo dando clases de baile en Dueñas. “Con duende y piano de Adelita, / bailan alegres las mocitas. / Con las clases de Realito, / se pavonean los mocitos”. Diminutivos para dos gigantes, Adelita y Realito, cuya huella está al sur de la Alameda, junto a Las Maravillas.
Castañuelas para el baile de Carmen Amaya y Lucero Tena, evocadas por Rosario F. Cartes, con versos de Juan Ramón y música de Wagner. Versos y dibujos. Todos originales con la excepción de una escena de baile antológica de Baldomero Romero Ressendi (1922-1977). “Sin música, la vida sería un error”. La frase es de Nietzsche, e introduce el texto de Pilar Alcalá, una de las mejores conocedoras de las Sevillas secretas de Gustavo Adolfo Bécquer, que además de poeta y dibujante fue cronista de la Feria de Abril.
Cuadernos de Roldán editó en abril de 2018 un número íntegro dedicado a la Feria
La Caseta Municipal mediría las fuerzas de Susana Díaz y Espadas ante las primarias