De escalada en la Catedral
Especialistas en trabajos verticales hacen una de las revisiones periódicas del monumento
La Catedral de Sevilla es un monumento que destaca mundialmente por su buena gestión y conservación. Desde hace años, el programa de conservación preventiva permite adelantarse a los problemas, mantener en buen estado todos los elementos y reducir futuros costes de una restauración más a fondo y compleja. Dentro de esa conservación preventiva son fundamentales las inspecciones periódicas que se realizan para comprobar el estado de la piedra y analizar posibles grietas o fisuras. Entre el 7 y el 23 de abril los especialistas en trabajos verticales han estado literalmente colgados de la Catedral para comprobar que todo está en orden.
El modelo de conservación preventiva del Cabildo es reconocido y admirado en todo el mundo e incluso ha sido galardonado por la Unesco. Gracias a estas auscultaciones fueron detectados los problemas en la epidermis de la Giralda que desembocaron en una restauración integral y pionera durante los últimos años. En las revisiones efectuadas en abril de 2014, marzo de 2015 y marzo de 2016, en la que se descolgaron especialistas por las fachadas, se constataron diversas anomalías en el campanario que ya han sido subsanadas en tres de sus caras, faltando la norte, que ha quedado en suspenso por falta de fondos al haberse suspendido la visita cultural al templo por la pandemia.
Estas revisiones de los exteriores de la Catedral y la Giralda se suelen hacer habitualmente antes de cada Semana Santa para garantizar que no hay ningún riesgo de desprendimiento. La vigilancia de las zonas más bajas, como las puertas, se suele hacer mediante una grúa, pero para las elevadas e inaccesibles con maquinaria se recurre a una empresa especializada, en este caso, Arquitectura Técnica Vertical, dirigida por el arquitecto técnico Jesús Ruiz, quien desde hace años se encarga de estas tareas.
Los trabajos se realizan en horario de mañana y de noche, ya que hay algunas zonas que hay que revisar cuando no hay transeúntes por la calle. Se analizan esculturas, pináculos, gárgolas, relieves, piedras talladas... todos aquellos elementos susceptibles de desprenderse. También se atiende especialmente a la evolución de las grietas y fisuras del edificio, que, como se ha podido comprobar recientemente, tiene unas condiciones de temperatura y humedad muy estables a lo largo de año. Tras la toma de información y fotografías, se redacta un completo informe que sirve a los responsables de la conservación del monumento para seguir su evolución en el tiempo.
Los dos especialistas en trabajos verticales que se han descolgado por las fachadas de esta gran montaña hueca que es la
Catedral son José Antonio Garrido Marín y Miguel Ángel Gallardo Verde. Este último explicó a Diario de Sevilla cómo es la experiencia de recorrer este gran monumento: “Es un auténtico privilegio y una experiencia única poder estar ahí. La sensación es indescriptible y por la noche todavía más. Tenemos el privilegio de poder pisar lugares a los que ni los responsables pueden acceder. En la Catedral y la Giralda se une la altura y el valor arquitectónico y patrimonial. Es algo único”.
La pandemia ha hecho que todas las obras proyectadas por el Cabildo queden aparcadas. Esto ha afectado a la cara norte de la Giralda, que tendría que haber estado restaurada a principios de este año. Por ello, en esta revisión se ha prestado una especial atención a ella, aunque todo está correcto, como explica este especialista: “Pensábamos que podría estar un poco peor, pero no hemos encontrado nada destacable”. Aunque el Cabildo ha cancelado las restauraciones previstas por la merma en los ingresos, estos trabajos de revisión y conservación preventiva en la Catedral sí se mantienen de manera acertada y haciendo un importante esfuerzo.
Dentro de un año, si todo marcha bien, estos especialistas volverán a colgarse de la Giralda y la Catedral para comprobar que no hay ningún peligro de cara a la esperada Semana Santa de 2022.