CELEBRACIONES
El comienzo del mes de mayo es sinónimo para familias, empresas y parroquias de primeras comuniones. Miles de niños se preparan para el sacramento euarístico y la tradicional celebración. Por segundo año consecutivo ambos actos, ceremonia religiosa y ágape, se harán con restricciones sanitarias a causa de la pandemia. La última actualización de la incidencia del Covid en la provincia de Sevilla la sitúa en el nivel 3, a excepción de Villamanrique de la Condesa, que está en el nivel 4. La Junta de Andalucía indica que si es en salones de celebraciones o lugar distinto al ámbito privado, el aforo debe ser del 50% con un máximo de 50 personas en el interior y 75 en el exterior. El ser vicio tiene que ser en las mesas para un máximo de cuatro personas en el interior y seis en el exterior y finalizar a las 22:30 al igual que el resto de la hostelería.
Con estas condiciones se celebrarán las comuniones durante mayo y junio, a menos que se cambien las directrices en los próximos días. El sector del catering, uno de los protagonistas de estas celebraciones, ha anunciado pérdidas de
La provincia está en nivel 3 y permite 50 personas en el interior y 75 en el exterior
hasta un 50% en los banquetes en comparación con años anteriores a la pandemia, debido a las restricciones y a la incer tidumbre que reina en muchas familias. “Deciden, en un alto porcentaje, cancelar el evento a última hora o reducir al mínimo los asistentes”, afirma el vicepresidente de la Asociación de Hosteleros de Sevilla, Miguel Ángel Jurado. Pese a que la situación “no tiene nada que ver, afortunadamente, con lo vivido el año pasado con el confinamiento, muchas familias están solicitando almuerzos sólo para diez comensales; en otras ocasiones, directamente nos llaman para cancelar la celebración del banquete por el miedo al Covid que muestran, en especial, las personas mayores”, afirmó Jurado a Europa Press hace unos días. El sector aglutina a unas 80 empresas, que dan empleo a unas 6.000 ó 7.000 personas de forma directa y a otras 2.000 de modo indirecto, como es el caso de quienes se dedican profesionalmente a la animación en este tipo de eventos.
Los cambios de normativa también afectan a las parroquias donde se celebran las ceremonias. Desde el Arzobispa