UN RECORRIDO POR LOS POBLADOS
Guadalema de los Quintero es un diseño de Aníbal González Núñez. En su iglesia destaca el mural en forma de tríptico pintado al óleo, El sermón en la montaña, con personajes que bien podrían ser campesinos, de Santiago del Campo, conocido por el mural del Sánchez Pizjuán.
Trajano, las imágenes principales de la iglesia han sido muy modificadas, pero destaca el viacrucis, realizado en opus tessellatum de Antonio Suárez, y las vidrieras de carácter expresionista abstracto. En Pinzón destacan las vidrieras de José María de Labra, colaborador de Miguel Fisac y uno de los artistas que difundió en España la abstracción geométrica. Hay un viacrucis de Hernández Carpe.
Los Palacios:
El Trobal fue proyectado por Aníbal González y Fernández del Amo. La aper
tura de una puerta lateral en su iglesia supuso perder en parte una vidriera naturalista, de José Julián Gil. El Mural de los Ángeles Eucarísticos es obra de Antonio Suárez, cofundador del Grupo El Paso. En Chapatales, destacan los viacrucis cerámicos de estilo naif de Hernández Carpe y ha conservado el mobiliario, las ropas talares y las lámparas de hierro de estilo pop. Maribáñez. Las autoras de Pueblos de Colonización de la provincia de Sevilla se lamentan, como hizo Fernando Bejines en 2007, por la desaparición del gran mural cerámico de la fachada de la iglesia, de Hernández Carpe. Destaca el Cristo y el mural de teselas atribuido a Antonio Suárez. Hay un viacrucis de plafones de cerámica de Julián Gil, expresionista.
Dos Hermanas:
3 Adriano. La iglesia afectada por el vandalismo y abandono, conserva el crucero de Antonio Fraile Gago, que llevó el oficio de cantero a la escultura.
Las Cabezas:
Vetaherrado. En la iglesia destaca la entrada en forma de chaflán, como
un retablo, y las vidrieras de Ángel Atienza. Hay un viacrucis de cerámica vidriada de Julián Gil. Se conservan tres de los once apóstoles de una “magnífica obra expresionista” de José Espinós, ejemplo de la vanguardia artística de los 60 del friso de la fachada. Marismillas. El templo destaca por la originalidad de su techumbre y el juego de volúmenes, aunque el interior ha sido modificado con añadidos. Destaca el Cristo de Luis Marco Pérez. Sacramento es obra del arquitecto Fernando Terán Troyano que, como es habital, también diseñó la igle
sia, con acceso en esquina. Sorprende dentro por la grandiosidad del espacio y la luminosidad. En el presbiterio, destaca el crucificado de José Capuz y la enorme vidriera abstracta, como un retablo. Todas las obras son colaborativas de José Luis Sánchez y Arcado Blasco: uno de los mejores ejemplos de integración de arquitectura y artes plásticas.
San Leandro, su iglesia está estructurada con pórticos de hormigón a dos aguas, que rompen el espacio y amplían la perspectiva, el sagrario pertenece a la dotación
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