El alcalde de la localidad condena los hechos
El alcalde de Villaverde del Río (Sevilla), José María Martín (PSOE), condenó los graves altercados en declaraciones a Europa Press. Martín lamentó la “brutal violencia” implícita en los disturbios, en los que habrían participado jugadores de ambos equipos y espectadores, condenando esta muestra de “incivismo”. “Esto no puede ser un ejemplo para el deporte”, aseveró, lamentando insistentemente la situación y explicando que su concejal de Deportes ha celebrado una reunión con los responsables de la Unión Deportiva Villaverde, para esclarecer lo acontecido.
do al respecto que para el partido, de Segunda Andaluza, estaba “perfectamente controlado el aforo y la normativa de seguridad, con un 50% del aforo limitado” y un “escrupuloso control de los aficionados presentes en el mismo”, extremo que según el club comprobaron efectivos de las fuerzas de seguridad media hora después de empezar el juego.
“Ante la presencia de un nutrido grupo de aficionados del equipo rival, conocidos como Ultra Olivos”, según el club anfitrión, se decidió acotar la zona dispuesta para ellos en el estadio, señalando que este grupo “ya había anunciado en sus redes sociales previamente al partido, que se iban a producir disturbios”.
El partido se estaba celebrando con normalidad, según la UD Villaverde, “hasta que el Atlético Olivarense metió un tercer gol y los jugadores se dirigieron a la zona del estadio donde se encontraba el grupo ultra del equipo”, cuyos miembros habrían “invadido el campo saltándose el vallado perimetral sin respetar las indicaciones de la directiva y controladores”.
Los miembros del citado “grupo ultra”, según el club anfitrión, comenzaron a “agredir con vallas y sillas a los controladores de la UD Villaverde, resultando varios heridos con sangre entre los villaverderos” y derivando todo ello en “disturbios” y nuevas “agresiones físicas entre los controladores y directiva de la UD Villaverde”. El club, en este sentido, ruega “tranquilidad y respeto a todas las aficiones, porque una cosa es la sana rivalidad en el terreno de juego, y otra son los graves incidentes que se vivieron” en el estadio.