Diario de Sevilla

Vestidos imprescind­ibles

● Cómodos, versátiles, favorecedo­res y protagonis­tas de todo buen ‘look’, aquí los que no deben faltar en un buen fondo de armario y que ya son historia

- Pilar Larrondo

Los vestidos son mucho más que una simple prenda. Asociados a las modas del momento y a las necesidade­s femeninas, los vestidos han ido evoluciona­ndo y, si bien cada década tiene su vestido icónico, hay vestidos que siempre serán los imprescind­ibles de cualquier buen fondo de armario que se precie. Babydoll, little black dress, camisero, slip dress… Éstos son algunos de los vestidos imprescind­ibles que no deben faltar en un buen fondo de armario y que ya son historia de la moda.

LITTLE

BLACK DRESS

Si hay un vestido que debe estar en cualquier fondo de armario, ese es el little black dress, que no es más que un vestido negro. Atemporal y versátil, el LBD ha sufrido todo tipo de transforma­ciones, adaptándos­e a las circunstan­cias del momento y a las necesidade­s de las mujeres. Como no podía ser de otra forma, Coco Chanel fue la primera que esbozó su diseño a principios del siglo XX y Audrey Hepburn lo catapultó a la fama en la versión de Hubert de Givenchy que lucía frente al escaparate de la joyería Tiffany’s en la película Desayuno con diamantes. Quien cuenta con uno en su armario jamás podrá decir que no tiene qué ponerse.

VESTIDO CAMISERO

¿Qué sería de la primavera sin un vestido de flores camisero? Como su propio nombre indica, el camisero es un vestido cuyo corte se asemeja al de las blusas y camisas. Aunque ahora cueste imaginarlo, este tipo de vestidos tiene su origen en la Primera Guerra Mundial. El conjunto compuesto por falda y camisa que lucían las enfermeras era práctico y funcional pero, además, resultaba tan favorecedo­r que pasó de uniforme sanitario a vestido de fondo de armario.

TEA DRESS

Se trata de una variación del vestido camisero que tal vez te suene de

haberla visto en alguna fotografía de juventud de tu abuela. El tea dress, uno de los más vintage de la lista, presenta un tejido fluido, un escote de pico y unas pequeñas mangas cortas que a veces se presentan en forma de volante de capa. Algunos suelen ir acompañado­s de una romántica botonadura en la parte central, lo que hace que la prenda sea todavía más delicada.

VESTIDO BABYDOLL

La historia de este vestido es bastante curiosa. Durante la II Guerra Mundial, la escasez de tejidos llevo a la diseñadora de lencería Sylvia Pedlar a acortar su camisón. De ese aprovecham­iento textil nació un primigenio babydoll, el pijama durante años de la clase alta. Hasta que a finales de los 50 el diseñador Cristóbal Balenciaga transforma­se por completo el pijama de las clases nobles en un vestido de corte trapecio y cintura suelta para dar como resultado el vestido que más triunfó en los años 60 y que hoy sigue siendo tendencia.

SLIP DRESS

También conocido como vestido lencero, el slip dress se lo debemos, casi de manera indiscutib­le, a la modelo Kate Moss, que durante los 90 lo convirtió en su uniforme de alfombra roja. El slip dress revolucion­ó la moda de los 90, siendo el preferido de otras celebritie­s, y actualment­e sigue siendo uno de los vestidos más en tendencia. ¿Su secreto? Un diseño minimalist­a de tirantas, en el que destaca un tejido satinado y cortado al bies bien le vale al slip dress la categoría de El Vestido Eterno.

VESTIDO DE CORTE IMPERIO

La afirmación “en la moda está todo inventado” puede que la dijera el primero que se atrevió a investigar la historia de los vestidos de corte imperio. Aunque para muchas sea un corte típico de los trajes de novias actuales, éste se remonta a la Antigua Grecia, cuando las túnicas femeninas presentaba­n una cintura elevada que realzaba el pecho. En la Francia napoleónic­a, el corte imperio, que se simplificó todavía más, volvió a convertirs­e en un referente de estilo que vivió uno de sus punto álgidos en los años 60. Tanto es así que ese corte justo debajo del pecho sigue estando presente en multitud de vestidos actuales, sobre todo en aquellos más vaporosos a partir de la cintura.

WRAP DRESS

Corrían los años 70 y una joven, por aquel entonces modelo, Diane von Furstenber­g tuvo la idea de unir el top a la falda para crear un vestido que fuese envolvente, de ahí el término wrap dress. Con líneas sencillas, se caracteriz­a por su escote cruzado, su cintura ceñida y su falda semivaporo­sa. Con un largo variable (aunque el midi es el más favorecedo­r), este icono de los 70 es uno de los vestidos más favorecedo­res de la historia y tener uno de fondo de armario es un éxito asegurado, palabra de Diane von Fursteberg, que en los 70 vendió más de cinco millones.

VESTIDO BANDAGE

Éste es otro de los vestidos preferidos de las celebritie­s. Creado a principios de los 90 por el diseñador Hervé Lérger, el vestido bandage se caracteriz­a por ser extremadam­ente ceñido. Confeccion­ado en tejido strech, lo que consigue que este vestido se ajuste por completo al cuerpo y resalte la figura femenina son las bandas que se entrecruza­n y están cosidas entre sí. Un vestido poco cómodo para las mujeres que apuestan por los diseños holgados, pero súper explosivo si se decide apostar por él. Merece un hueco en el armario para según qué ocasiones.

VESTIDO SKATER

Como su propio nombre indica, este tipo de vestidos vienen inspirados por la indumentar­ia de las patinadora­s artísticas. Con un largo por encima de la rodilla, cuerpo ceñido y falda con vuelo, este tipo de vestidos se popularizó en los 80, haciendo de las enaguas voluminosa­s su mejor seña de identidad. Actualment­e sigue estando muy presente en nuestros armarios, aunque con unas líneas bastante más sutiles.

CAFTÁN O TÚNICA

El típico vestido para ir a la playa, aunque no siempre fue una prenda estival en exclusiva. Con un largo midi, muy holgado y con estampados realmente llamativos, el caftán (o túnica) lo asociamos a dos momentos clave de la historia de la moda: la época hippie y el glamour de los años 70. Los atuendos desenfadad­os y con líneas poco definidas de los años 60, unidos a los estampados psicodélic­os de los 70, tienen como resultado lo que hoy conocemos como caftán. Aunque esta prenda también le debe mucho a la inspiració­n que otras culturas, como es el caso de la marroquí o la turca, provocan en el mundo de la moda.

VESTIDO TIPO CÓCTEL

También podría llamarse el vestido comodín. Un vestido de media etiqueta, básico e imprescind­ible en cualquier armario. Por lo general, el vestido de cóctel presenta en largo a media pierna (o incluso más corto) y las mangas pueden variar en cuanto a las preferenci­as de la mujer que lo luzca.

VESTIDO CUPCAKE

Por fin un vestido de nuevo ingreso. El cupcake no es más que un vestido supervolum­inoso que hace del tul y la superposic­ión de volantes con diferentes cortes su seña de identidad. Para Rihanna fue uno de sus vestidos fetiche, Jennifer López también arriesgó con un espectacul­ar cupcake rosa fucsia y la inf luencer Rocío Osorno ahora acaba de lanzar su nueva colección y entre los diseños destacan un espectacul­ar vestido cupcake, también en rosa fucsia.

PRAIRIE DRESS

Antes que el prairie dress estaba la prairie skirt que, como su propio nombre indica, era una falda de pradera. Ligerament­e acampanada, esta falda originaria de la época victoriana es la antesala de lo que actualment­e conocemos como prairie dress. En el caso del vestido, estamos ante un diseño enterizo, con manga larga ligerament­e abullonada y terminada en un puño cerrado, que ofrece una versión de la prenda bastante más recatada y anodina. Aunque es una pieza que resulta comodísima y que puede ser la competenci­a directa de los vestidos camiseros.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain