La acería de Mariupol saca la bandera blanca
● Kiev entrega Azovstal, símbolo de la resistencia ucraniana, a Moscú ● La caída de este reducto permite a Putin abrir un corredor del Donbás a Crimea
precisó y agregó que la guarnición de los defensores de Mariupol constaba de infantes de marina, miembros de las Fuerzas de Defensa Territorial, policías, guardias fronterizos, miembros de la Guardia Nacional y combatientes del Regimiento Azov, entre otros.
La viceministra de Defensa de Ucrania, Hanna Malyar, dijo que ahora “no había otra fórmula” para conservar la vida a los defensores de Azovstal.
Precisamente, la presencia entre los combatientes de miembros del batallón nacionalista Azov es la que más críticas ha generado en Rusia, que sostiene que los integrantes de este regimiento deben comparecer ante la Justicia. “Son criminales de guerra y debemos hacer todo por que comparezcan ante la Justicia”, dijo el presidente de la Cámara Baja del Parlamento ruso, Viacheslav Volodin.
A su vez, el ultranacionalista diputado ruso Leonid Slutski tachó a los combatientes del batallón Azov de “fieras nazis con apariencia humana, cuyas manos están hasta los codos manchadas de sangre de mujeres, ancianos y niños a los que dispararon por la espalda”. “Deben recibir el castigo más severo”, reclamó.
Entretanto, Iryna Vereschuk, viceprimera ministra de Ucrania, señaló que una vez que la condición de los heridos de estabilice estos “serán canjeados por prisioneros de guerra rusos”.
Indicó que Kiev está trabajando “en las próximas etapas de la operación humanitaria” para salvar al
Un ultranacionalista ruso tacha de “fieras nazis” a los soldados del batallón Azov
número indeterminado de soldados que aún permanecen en la fábrica y confió en poder “intercambiarlos por prisioneros de guerra rusos”. No dio más detalles acerca del número de militares o civiles que quedan por evacuar de las instalaciones de la acería, ni de la forma en que se hará.
Mariupol, a orillas del mar de Azov, fue fuertemente bombardeada y quedó prácticamente destruida con más de 100.000 personas que continuaron viviendo en la urbe sin luz, agua y gas. Desde hace semanas, un contingente de soldados ucranianos ofrecía resistencia atrincherado en las instalaciones del complejo siderúrgico de Azovstal, donde también se refugiaron civiles, que fueron evacuados el pasado 7 de mayo.
La caída de este último reducto militar de Mariupol proporciona a Moscú la posibilidad de establecer un corredor entre el este ucraniano (el Donbás) y la península de Crimea, anexionada en 2014.