“El cáncer se tiene que erradicar mediante la investigación”
● Una campaña con motivo del día mundial contra esta enfermedad trata de involucrar “a todos” para alcanzar en 2030 una supervivencia del 70%
Jesús Maza Burgos se incorporó a la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) en 2020 “por causalidad”. Sus inicios marcados por los pormenores que provocó una pandemia sanitaria sin precedentes no contrarrestan lo “gratificante” de la experiencia. Asegura que vive “con los cinco sentidos” en una asociación que requiere “mucha intensidad”, que cuenta con 62 juntas locales en sendos municipios, más de 700 voluntarios y casi 17.000 socios, pero en la que aspira a superarse. De hecho, al mirar atrás y hacer balance, reconoce haber descubierto “un sector apasionante”, “con muchas cosas por hacer”, pero “ante las que se han abierto nuevos caminos y vías de actuación”.
–Se incorporó a la presidencia de la AECC en Sevilla en 2020, en plena pandemia. ¿Qué lectura hace de los últimos tres años al frente?
–Llegué y al poco tiempo nos confinaron. Esta es una asociación que tiene 62 juntas locales en la provincia de Sevilla y el estar al frente de un organismo con esas características y no poderte mover de tu ciudad, no pudiendo visitar lo que se está haciendo en cada municipio, ha sido muy duro. Sin embargo han aparecido nuevas formas de ayudar a pacientes y familiares con el apoyo telefónico y el incremento del voluntariado en los pueblos. Son tres años de los que diría que, a nivel de experiencia, han sido de los más gratificantes de mi vida.
–¿Qué vinculación tenía usted con la asociación o con personas enfermas de cáncer?
–Llegué un poco por casualidad. En 2019 yo trabajaba como consultor y se nos ocurrió en la firma en la que estábamos hacer un trabajo que presentamos a la Fundación de La Caixa para analizar cuáles son los procesos de incorporación al trabajo de las personas que han pasado un proceso oncológico. Hicimos aquel trabajo y lo presentamos en el Congreso de Pacientes que se desarrolló en Sevilla aquel año. Resultó muy bien y al terminar, el entonces presidente, Julio Cuesta, me preguntó si podría proponer mi nombre en la terna que iba a elegir al presidente que lo sucedería a él. No lo dudé. Siempre he pensado que había gente mejor que yo, pero me eligieron a mí. Anteriormente no había tenido ninguna vinculación personal o familiar con el cáncer ni con la asociación.
–¿Qué proyectos o iniciativas hay en marcha o por desarrollar la AECC?
–Llegamos a este Día Mundial
Queremos extender los espacios libres de humo a la Universidad y a las paradas de los autobuses”
contra el Cáncer inmersos en un proyecto que hemos puesto en marcha nivel nacional con la campaña Todos contra el Cáncer que hemos presentado con un objetivo de más largo alcance, desde ahora hasta el año 2030. Lo que aspiramos es haber llegado entonces a que el 70% del cáncer en general se pueda superar. Es una cosa que hoy todavía es una utopía, pero a la que esperamos llegar. Ya hay esa ratio en algunos tipos, pero en otros estamos bastante lejos. El proyecto tiene un apoyo oficial importante y nuestro objetivo es dedicar la recaudación o recursos que consigamos a la investigación, al acompañamiento, y la divulgación porque el cáncer se tiene que erradicar desde la investigación.
–¿Qué grado de colaboración mantiene la asociación con las autoridades sanitarias, con el Hospital y con la Universidad?
–La colaboración con los hospitales es absoluta porque nosotros somos herramientas en las manos de los sanitarios. El hospital es nuestro hábitat natural. Allí es donde realizamos fundamentalmente nuestra labor de voluntariado, donde nuestros voluntarios asisten diariamente y acompañan a pacientes y familiares en todo lo que necesitan porque cuando uno se enfrenta a un proceso oncológico y se tiene que ir al hospital se suele encontrar en un laberinto de citas, consultas y demás que hace que se sientan muy perdidos. Todo unido al shock que supone el diagnóstico. Respecto a la colaboración con la Universidad, estamos en esa vía, diría que es estrecha con los distintos rectorados pero tenemos que ampliar y crecer bastante.
–¿Y municipales? El año pasado se emprendió una campaña para para declarar libre de humos espacios emblemáticos a nivel nacional y que en Sevilla parecen haber tenido sus frutos...
–Fue una moción que se ha llevado al Pleno y que ha sido aprobada por unanimidad para declarar zonas de la ciudad espacios libres de humo como son dos zonas tan emblemáticas de Sevilla como el Parque de María Luisa y la Plaza de España. Esto es un gesto muy importante. No hay que estar con un policía detrás de cada uno que no lo cumpla, pero sí es una llamada de atención que hace que, seguramente, mucha gente desista de fumar en estos espacios y con ello se está haciendo un favor a sí mismo a los que le rodean. Pero no nos vamos a quedar ahí, queremos extender esos espacios libres de humo a la Universidad, ya en algunos centros de ha empezado a probar, y también, con el Ayuntamiento, después de las elecciones municipales, en lugares como las paradas de los autobuses.