El Gobierno fracasa en acordar el cambio legal del ‘sólo sí es sí’
● El PSOE decide posponer la presentación de la proposición de ley prevista para ayer con el fin de estirar el periodo de negociación con Podemos
El Gobierno tiró ayer la toalla del objetivo propuesto de modificar la ley del sólo sí es sí antes de la finalización de esta semana, como consecuencia de un incesante reguero de presos por delitos sexuales que han visto disminuidas sus condenas. Los negociadores de PSOE y Podemos decidieron estirar las negociaciones en marcha para la reforma legal, elevar las penas mínimas para las agresiones sexuales sin que, por el momento, se atisbe un acuerdo en el seno de la coalición.
Los socialistas confiaban en poder presentar un texto consensuado esta misma semana pero, por el momento, esperan antes de dar el paso de registrar en el Congreso de los Diputados una propuesta de reforma en solitario. Fuentes de ambos grupos confirmaron ayer que las conversaciones continúan.
Las dos partes evitan comentar los detalles de una negociación centrada en cómo se pueden castigar con mayor pena las agresiones sexuales en las que haya violencia e intimidación, preservando el corazón de la ley del solo sí es sí: todo acto sexual sin consentimiento es una agresión, haya o no violencia.
Mientras que la ministra de Hacienda y número dos del PSOE, María Jesús Montero, señaló ayer en Cádiz que la negociación se centra en “cuestiones técnicas”, la ministra de Igualdad, Irene Montero, entrevistada en RNE, elevó el nivel del desencuentro y hablaba de “fuertes discrepancias”. Es “una cuestión que hay que resolver lo antes posible”, advirtió la vicepresidenta del Gobierno Nadia Calviño, sin querer fijar fechas o plazos.
Se trata de la ley estrella del Ministerio de Igualdad, por lo que una reforma impulsada en solitario por el PSOE abrirá evidentes grietas en la coalición de gobierno, pero Montero dejó claro que no se romperá y que ella seguirá al frente de Igualdad.
La ministra se mostró dispuesta a seguir “trabajando todas las horas” que sean necesarias para conseguir un acuerdo, aunque no ocultó que si se avienen a una reforma es “a petición” del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y del PSOE, no porque la consideren necesaria.
Su compañera en el Consejo de Ministros, María Jesús Montero, confió en un acuerdo porque tanto PSOE como Podemos están “políticamente” de acuerdo pero que “la única vía” de evitar los “efectos indeseados es una reforma del texto”.
Aunque “la técnica tiene poca discusión”, Montero insistió en que hay que dar una oportunidad al pacto pero recalcó también que “la voluntad de Sánchez y de la parte socialista del Gobierno es firme y es contundente. Esto significa que ojalá ese acuerdo se produzca en las próximas horas o días”. “Si eso no se produce –agregó–, registraremos nuestra proposición de ley”.
Montero asume que “es un escenario posible” porque, si pactan con el PP, tienen los votos necesarios para sacar adelante la reforma, pero mostró su confianza en un consenso, recordando que ha habido también otras negociaciones “muy difíciles” en la coalición. Para defender sus posición, mañana encabezará junto a la líder de Podemos, Ione Belarra, un acto organizado en Madrid.
Irene Montero reconoce que el cambio es “una petición de Sánchez” y descarta dejar Igualdad