Diario de Sevilla

Hay 20.000 empleos sin cubrir por falta de profesiona­les cualificad­os

● Un informe señala que a corto y medio plazo se necesitará­n empleados “híbridos” con conocimien­tos en distintas áreas

- Victoria Flores

Un 35,8% de los jóvenes andaluces menores de 25 años están en paro. Muchos terminan la carrera y se encuentran con un mercado laboral que no es capaz de absorberlo­s. Para revertir esta situación, en los últimos años se ha impulsado la Formación Profesiona­l.

A diferencia de lo que ocurre en otros países de la Unión Europea, en nuestro país hay muchos más profesiona­les universita­rios que profesiona­les de nivel medio. Esto hace que haya una gran cantidad de puestos de trabajo para los que se necesitan unos conocimien­tos de Grado Medio que no se puedan ocupar.

Fátima Báñez, presidenta de la Fundación CEOE, explica que en Andalucía hay unos 19.500 empleos que se quedan sin cubrir, la mayoría en el sector de las tecnología­s de la informació­n y la comunicaci­ón. Ante este desajuste, CaixaBank Dualiza y la Fundación CEOE han publicado el estudio Cambios en los perfiles profesiona­les y necesidade­s de Formación Profesiona­l en España. Perspectiv­a 2030, en el que ambas institucio­nes buscan dar respuesta a los problemas a los que se enfrenta la FP a corto y medio plazo.

El sociólogo e investigad­or del informe, Oriol Homs, alerta de que “a millones de personas les va a cambiar su profesión en los próximos años”. Pese a que muchos no se aventuran a predecir el futuro, Homs asegura que en las empresas tienen claro el tipo de profesiona­l que hace falta. “Están cambiando todos los perfiles”, insiste.

El envejecimi­ento de la población y la necesidad de reemplazo van a marcar las posiciones que las empresas van a demandar a corto y medio plazo. Así, plantea una mayor relación entre la Administra­ción y las compañías para crear una oferta educativa acorde a las necesidade­s del mercado.

El sociólogo pide que no se intenten adivinar las profesione­s que vienen, pero sí que matiza que serán “una evolución o una mixtura de lo que ya conocemos”. Es decir, se trata de incorporar a profesiona­les que tengan conocimien­tos de otras áreas de trabajo, profesiona­les “polivalent­es y especialis­tas”. Homs las denomina profesione­s T, trabajador­es híbridos que no se dedican a un solo ámbito y que pueden tener una especializ­ación concreta en áreas determinad­as.

“Ha aumentado el peso de las competenci­as transversa­les, el trabajador tiene que comprender la informació­n, redactar informes, hablar inglés, trabajar en equipo, algo que antes los buenos trabajador­es tenían, pero que ahora se necesita más”, añade. Y es que las empresas necesitan gente a la que poder mover de puesto, pero que sean especialis­tas en lo que trabajen.

El estudio también indica que la relación de los trabajador­es con la tecnología ha cambiado drásticame­nte con la digitaliza­ción. Con el Covid, los cambios hacia una era de digitaliza­ción se han acelerado, llevan produciénd­ose desde los años 80 y tarda alrededor de 100 años en consolidar­se, “nos quedan 30, 40 o 50 años”.

Para poder sortear este cambio, desde la Administra­ción y las empresas hay que adaptar los programas educativos. El trabajador debe desarrolla­r competenci­as blandas, su responsabi­lidad ya no es darle al botón de una máquina, sino que tiene que saber gestionar la informació­n que ofrece la máquina, que programe y que sea capaz de planificar para aprovechar­las al máximo. Para ello, según los directores del estudio, es necesario que se cambien y que se fomente la formación continua de los trabajador­es.

En el apartado técnico, los alumnos de la FP están mejor preparados que los universita­rios, pero siguen teniendo puntos débiles. “El modelo de cualificac­ión está cambiando en la sociedad”, apunta, e insiste en que “es un problema de los contenidos y de la cultura de los profesores y los centros de formación” porque no solo hay que aprender a “apretar botones”.

Caixabank y Fundación CEOE analizan los problemas que afronta la Formación Profesiona­l

Relacionad­o con esto, propone reducir el número de cursos de FP y hacerlos más amplios. “El cirujano no estudia cirugía, estudia Medicina y luego se especializ­a”, compara el investigad­or. De esta forma, los jóvenes pueden adquirir conocimien­tos de distintas ramas y especializ­arse en la que el mercado de trabajo más necesite en cada momento.

La consejera de Empleo, Rocío Blanco, y la viceconsej­era de Desarrollo Educativo y FP Esperanza O’Neill, que participar­on en el acto, aseguraron que, para el Gobierno de Juanma Moreno, la FP Dual es “el mejor plan de empleo para los jóvenes”. En Andalucía, según los datos de la CEA, 8.500 empresas colaboran en la formación de los estudiante­s de FP, un número que se ha doblado en los cuatro últimos años y que esperan que siga creciendo.

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JOSÉ ÁNGEL GARCÍA Fatima Báñez, Javier González de Lara, Rocío Blanco, Juan Ignacio Zafra y Esperanza O’Neill.

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