“No somos conscientes del poder de la palabra y la escucha en el cáncer”
● La especialista sevillana se inició en la profesión hace 21 años mirándose en el espejo de su padre, el doctor Pedro Valero ● Hoy es codirectora del Grupo Oncológico Oncoavanze
En los inicios de su actividad como especialista en Oncología, la doctora María Valero recuerda cómo se disponía de poco arsenal terapéutico para tratar a los pacientes. Han pasado 21 años de aquellas primeras veces como residente de oncología en el Hospital Virgen del Rocío, pero esta médica sevillana, recientemente reconocida como la oncóloga médica mejor valorada de España según los Doctoralia Awards, hoy codirectora del Grupo Oncológico Oncoavanze, desde donde ejerce como Coordinadora de la Unidad de Mama y de los proyectos de I+D+I del grupo, el cual desempeña su actividad clínica en distintos hospitales privados de Sevilla como Quirónsalud, Vithas Sevilla, Viamed Santa Ángela y Hospital de Fátima, lo recuerda perfectamente. “La mayoría de los pacientes tenían pocas expectativas y, en general, disponíamos de pocas herramientas para mejorar su calidad de vida”, apunta.
Por aquel entonces, los diagnósticos llegaban más tarde y la investigación del cáncer apenas empezaba a despegar. “Esto fue cambiando en muy poco tiempo y en la actualidad podemos decir que en un importante porcentaje de los casos somos capaces de conseguir la curación o, cuando no es posible, cronificar la enfermedad manteniendo la calidad de vida de”.
–Le acaban de reconocer como la especialista en oncología médica mejor valorada de España según las opiniones de los pacientes, pero también de sus compañeros de profesión. ¿Cómo lo asume?
–Con los pies en la tierra. Tengo la suerte de sentir a diario muy de cerca el cariño y el respeto tanto de mis pacientes como de mis compañeros por la excelente relación que tenemos, pero humildemente creo que hay muchos compañeros de especialidad con una gran profesionalidad y dedicación más merecedores que yo de este premio.
–¿Por qué eligió Oncología?
–Desde pequeña he estado muy en contacto con esta especialidad a través de mi padre, el doctor Pedro Valero. Él fue uno de los primeros médicos internistas en España que comenzaron a dedicarse a la Oncología cuando todavía no existía como especialidad. Apesar de lo dura que pueda llegar a ser esta enfermedad, me sorprendían las manifestaciones de afecto y agradecimiento que tenían los pacientes y los familiares con él. El cáncer como enfermedad supone un gran desafío y la Oncología tiene un gran atractivo, porque tiene mucho de asistencia, pero también de investigación y, sobre todo, supone un gran reto por la implicación y la vinculación personal que requiere con el paciente.
–¿Cómo eran los primeros pacientes que empezó a ver?
–En 2002, cuando empecé la residencia, las tasas de curación entonces eran bajas por la falta de programas adecuados de detec
La oncología supone un gran reto por la implicación y la vinculación personal que requiere con el paciente”
ción precoz, la escasez de fármacos activos y el poco conocimiento que teníamos aún de esta enfermedad. Esto hacía que la mayoría de los pacientes tuviesen pocas expectativas y, en general, disponíamos de pocas herramientas para mejorar su calidad de vida. Esto fue cambiando en muy poco tiempo y gracias al desarrollo tecnológico y, sobre todo, al mayor conocimiento de la genética del cáncer, fueron apareciendo nuevos fármacos específicos para cada tipo de enfermedad con mayor eficacia y mejor perfil de toxicidad, lo que ha ido cambiando de forma drástica el pronóstico del cáncer hasta los tiempos actuales. Podemos decir que en un importante porcentaje de los casos conseguimos la curación o, cuando no es posible, cronificar la enfermedad manteniendo la calidad de vida de nuestros pacientes.
–Ahora mismo ejerce al margen de la sanidad pública, ¿por qué la sanidad privada?
–Cuando terminé la especialidad en el Hospital Virgen del Rocío, mi padre hacía unos años que había dejado la sanidad pública para dirigir el Grupo Oncológico Oncoavanze, desde donde ejercía la oncología en la sanidad privada, y decidí dejar la pública para unirme al grupo. Inicialmente pudo parecer una decisión arriesgada ya que la sanidad privada estaba poco desarrollada aún, pero con el paso del tiempo me he alegrado mucho de haber dado ese paso. La sanidad privada ha crecido en este campo de manera espectacular.
Los oncólogos somos médicos que tenemos que aprender a establecer objetivos en función de la situación”
–¿Se puede ayudar a un enfermo de cáncer más allá del tratamiento y la medicación?
–Sin duda, en cualquier especialidad dentro de la medicina, pero en la oncología, si cabe, más. No sabe hasta qué punto llega a ser importante el saber escuchar a un paciente en este momento tan complicado en donde su vida se paraliza. Atender sus dudas, sus miedos y la problemática que se genera alrededor de la enfermedad y los tratamientos. No somos conscientes del poder de la palabra y la escucha.
–Su especialidad es el cáncer de mama y el tratamiento del carcinoma de mama. ¿En qué punto se encuentra este cáncer en Sevilla?
–El cáncer de mama es el tumor más frecuente en la mujer, con una incidencia en ascenso de más de 1.300 nuevos diagnósticos en Sevilla en el año 2022. Esto hace que exista un altísimo interés en su investigación lo que ha permitido avanzar de forma más rápida. Es muy importante la concienciación social y la adherencia a los programas de detección precoz.
–¿Logra desconectar?
–La realidad es que cuesta... Hay días complicados en la consulta en los que tienes que aguantar el tipo para transmitir serenidad y seguridad, pero es inevitable que te afecte cuando tienes que comunicar una mala noticia. Cuando comenzamos nuestra carrera como médicos nos formamos para curar las enfermedades y vencer a la muerte, pero en cáncer no siempre lo conseguimos. Con el tiempo aprendemos a establecer distintos objetivos en función de la situación.
–Más allá de lo asistencial, destaca su línea como oncóloga investigadora como coordinadora de los proyectos de I+D+I del Grupo Oncológico Oncoavanze. ¿Qué avances se están consiguiendo?
–El acceso al diagnóstico molecular, la consolidación de la inmunoterapia y la aparición de nuevos fármacos como los anticuerpos inmunoconjugados, están cambiando drásticamente la forma en la que nos enfrentamos al cáncer en los últimos años. La revolución tecnológica que hemos vivido en las últimas décadas aplicada a la medicina, ha permitido avanzar rápidamente en el conocimiento sobre la genómica del cáncer, con lo que hemos conseguido realizar una mejor caracterización de los diferentes tumores permitiéndonos definir nuevos subtipos intrínsecos, determinar nuevos biomarcadores y desarrollar nuevos fármacos dirigidos más eficaces.