La Asamblea francesa vota hoy la reforma de las pensiones en un clima de gran tensión
El proyecto de reforma del sistema de pensiones del presidente francés, Emmanuel Macron, llega hoy a la Asamblea Nacional en medio de una enorme tensión política y social, con dos nuevas jornadas de movilización sindical en el horizonte.
El Ejecutivo deberá buscar en las cámaras la mayoría que el partido de Macron no tiene para sacar adelante un texto que obliga a los franceses a retrasar dos años su retiro, con el argumento esgrimido por el Gobierno de que es la forma más justa de preservar un sistema abocado al déficit endémico.
Los macronistas buscarán el respaldo de los conser vadores tradicionales, favorables a alargar las carreras laborales, pero cautos ante el clima de hostilidad a la reforma que se ha generado en las últimas semanas.
Aunque el ex presidente Nicolas Sarkozy, todavía muy inf luyente en la derecha francesa, se ha mostrado partidario de la reforma de Macron, los diputados prefieren guardarse cartas en la manga para una eventual negociación que no les diluya.
Una postura constructiva que el presidente no está encontrando en los otros dos grandes grupos de la Asamblea, la izquierda, que ha contraatacado con 20.000 enmiendas al texto que promete interminables debates, y la extrema derecha, que aguarda paciente a capitalizar el descontento de las calles.
El grosor de los muros de la cámara no será suficiente para impedir que en su interior penetre el estruendo sindical contra un proyecto que eleva hasta los 64 la edad mínima de jubilación, a los 67 para cobrar el máximo, o que obliga a acumular 43 años cotizados para poder poner fin a la vida laboral.