Las dos caras del Real Madrid
Una defensa de corona impropia de un campeón en LaLiga, sin opciones desde que restaban cuatro meses para la conclusión de la competición, contrastan en un Real Madrid que conquistó con suficiencia la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes, y su imagen imponente que genera respeto en la Champions tras dejar atrás con clara superioridad al Liverpool, su último rival en una final.
La dificultad de conquistar dos Ligas seguidas, desde 2008 un imposible para el Real Madrid y hay que retrotraerse hasta 1990 para encontrar el anterior precedente, contrasta con los numerosos éxitos en la Champions. Hasta 5 en las 9 últimas temporadas, tres de ellos consecutivos en un récord desde el cambio de formato de la competición de mayor prestigio.
Sólo desde la motivación y la ilusión que genera un título se puede justificar una situación que se repite esta temporada. Un Real Madrid irregular en la competición liguera y de nuevo situado entre los favoritos a la Liga de Campeones por las sensaciones transmitidas en el camino. El riesgo de jugarse una temporada a un torneo para que acabe siendo sobresaliente, ya es habitual en un equipo que se convirtió en especialista en caminar sobre el alambre.
Hasta once puntos ha dejado escapar el equipo de Carlo Ancelotti del Bernabéu, donde logró 31 de 42 posibles por ceder empates ante Osasuna, Girona, Real Sociedad y Atlético, además de caer derrotado en su último compromiso frente al Villarreal. Nada que ver con la firmeza exhibida en la Champions con pleno de triunfos este curso jugando de local, frente a Leipzig, Shakhtar Donetsk, Celtic y Liverpool, con diez tantos a favor y solo dos en contra.
Hasta ocho victorias en sus nueve últimos partidos europeos en el Bernabéu. La única derrota precisamente ante su próximo rival, el Chelsea, y no impidió su clasificación a las semifinales de la pasada