IMPOSIBLE SABER A DÓNDE VAN
SE supone que Pedro Sánchez preside un Gobierno de coalición de dos partidos, PSOE y Podemos –con distintas sensibilidades en este último–, pero a Podemos le ha salido una importante disidencia. Por si no fuera suficiente problema, se alía con los dos peores socios de Sánchez, los que provocan más animadversión entre sus votantes –Bildu y ERC– para tumbar entre los tres las iniciativas parlamentarias que presenta el presidente del Gobierno, al que, no olvidemos, pertenece Podemos. Un sinsentido.
Sánchez, acorralado por Podemos y sus dos socios tradicionales, se ha visto obligado a aceptar la ayuda que le ofreció Feijóo hace meses para impedir así que acabara la reducción de condenas de prisión a violadores y abusadores sexuales y a la que respondió el Gobierno con total desprecio, hasta que el indignante goteo de excarcelaciones, más las repercusiones sobre el 28-M, provocaron que aceptara la ayuda para enmendar algunos artículos de la ley del sólo sí es sí que, como advertían todos los órganos consultivos a los que el Gobierno no hizo caso, ha tenido consecuencias indeseables.
¿La reacción de Irene Montero, la ministra que ha promovido esa desastrosa ley?
Decir que el PP ha humillado al PSOE. Una declaración impropia de alguien que se supone que trabaja por el bienestar y la seguridad de los españoles. Sin embargo, llevada por un ego indescriptible que le impide asumir un error, prefiere que los violadores sigan teniendo trato de favor gracias al engendro de “su” ley.
Esta situación, propia de personajes que no merecen estar en política, se agrava porque dentro del Podemos original ha aparecido Yolanda Díaz con toda su gloria, impulsada por un Pedro Sánchez que ha echado
Podemos, ERC y Bildu se unen para tumbar las iniciativas del Gobierno, al que pertenece Podemos. Un sinsentido
más leña al fuego de la división interna, aunque todos dicen luchar por la unidad. Pero ese llamamiento a la unidad choca con hechos irrebatibles. Contó Yolanda a Évole que cuando puso en marcha Sumar, Pablo Iglesias le dijo “te voy a joder la vida”. Debe ser habitual ese vocabulario en Iglesias, porque ayer reprochó a Yolanda “la ensalada de hostias” que le dio en la entrevista. Díaz, para contrarrestar, también dio caña a Sánchez, aunque dijo que cada vez le tenía más “cariño”, palabra habitual en la política gallega, que propone sonrisa, amor, y cariño.
Dijo también que como Jefe de Estado le gustaba más Iñaki Gabilondo que el rey Felipe. Iñaki le gusta a todo el mundo, como periodista y como persona, pero una vicepresidenta del Gobierno que se presenta candidata a la Presidencia tendría que haberse inclinado por un perfil de gestor y estadista incuestionable. Aunque visto el nivel que hay en el Gobierno…