Lo que dice el estudio del Puerto de Sevilla del efecto de las plantaciones
El informe señala que el riego por inundación de larga duración crea una presión que arrastra los finos
El estudio encargado por el Puerto de Sevilla a un equipo de la Universidad Politécnica de Cataluña y por el Instituto Hidráulico de Cantabria señala tres factores que aceleran “la erosión patológica” de las márgenes del río Guadalquivir desde mediados del siglo XX (1956) y que no han sido considerados en estudios anteriores: el cultivo extensivo del arroz hasta el borde de la ría, los finos retenidos debido al gran número de presas en el río, y las cortas y unión de brazos construidos en el estuario.
“La erosión generada por las corrientes de marea, avenidas y paso de buques se incrementa por el agua intersticial de los cultivos del arroz, y la resistencia de orillas se debilita por el lavado de finos por las presas en la cuenca y por la incisión morfodinámica (cortas y brazos)”, reza el documento adelantado por este periódico el 19 de febrero.
Los científicos explican que la erosión patológica, diferente a la erosión fluvial normal, se da en dos tercios de la ría aguas arriba donde el cauce está recto o rectificado por cortas y supresión de brazos, concretamente entre los puntos kilométricos 10 a 60.
El estudio entregado al Puerto el pasado enero cita que, en algunas zonas, la falta de estabilidad de las orillas se observa en “mordiscos” en las márgenes que indican fallos de mecánica de suelos. El estudio “llama la atención sobre una presión intersticial particular que existe en las márgenes del río donde hay cultivo de arroz, que tienen que ser regados por inundación de los campos durante varios meses al año, y además con una carga de agua superior a la pleamar, la máxima conocida del suelo antes de tal tipo de cultivo”. Esto se da con el cultivo extensivo del arroz hasta el borde de la ría.
“Los cultivos con riego por inundación de larga duración y una carga de agua apreciable por encima de la pleamar, como es el caso sobre todo del arroz, crean una presión de poro inopinada y promueven la filtración hacia la ría con un gradiente hidráulico inopinado, arrastrando finos con más facilidad y por tanto por doble motivo favorecen el fallo”, señala el estudio. Y añade que “en un gran espacio de las llanuras derecha e izquierda se está cultivando arroz hasta muy cerca del borde de la ría”. El documento cita que “el cultivo del arroz comienza a desarrollarse a gran escala a partir de 1945”.
“Se ha visto que donde hay parcelas de arroz al borde de pequeños canales o drenes (sin acción de los buques) se observan erosiones parecidas a las de la ría principal”, señala el estudio.