Los rusos se atrincheran para prepararse para la contraofensiva ucraniana
● Un ex mercenario asegura que tenían la orden de asesinar a civiles en Soledad y Bajmut
Rusia continúa fortificando a lo largo de cientos de kilómetros sus posiciones para prepararse para la contraofensiva ucraniana, especialmente en las regiones sureñas de Jerson y Zaporiyia, en tanto que en el este está aún en modo ofensivo y ha tomado otras dos manzanas en la destruida ciudad de Bajmut. “En los ejes de Zaporiyia y Jerson el enemigo permanece a la defensiva”, señaló el Estado Mayor General de Ucrania en su parte bélico vespertino.
El portavoz de las Fuerzas de Defensa de la Región de Tavria, en el sur de Ucrania, Oleksiy Dmytrashkovskyi, indicó ayer que el enemigo “continúa construyendo fortificaciones, líneas defensivas”. “¿Cuál es la razón? Se debe al hecho de que el enemigo tiene mucho miedo de una contraofensiva”, dijo en la televisión nacional.
Rusia teme que la contraofensiva ucraniana pueda lanzarse contra Zaporiyia y ya ha advertido que las tropas ucranianas se preparan para cruzar el río Dnieper en la región de Jerson. Dmytro Orlov, el alcalde legítimo de la ciudad de Energodar, en la región de Zaporiyia y tomada por los rusos al principio de la guerra, indicó que el hecho de que Rusia se esté preparando para la contraofensiva ucraniana no sólo se ve en las trincheras cavadas y el minado de territorios cercanos a la ciudad, sino también por la existencia de un plan para “huir rápidamente”.
La línea empieza en territorio ruso, casi en la frontera con Bielorrusia, se extiende a lo largo de la frontera ruso-ucraniana en el noreste, se adentra en el este en suelo ucraniano a través de Lugansk y Donetsk hasta bajar a Zaporiyia y Jerson, así como a la península de Crimea. Rusia empezó a levantar esta extensa línea defensiva en octubre y para ella ha utilizado fortificaciones, dientes de dragón, trincheras, fosos antitanques y minas.
La fecha de la contraofensiva la conocen muy pocas personas, aunque las propias autoridades ucranianas han afirmado que será más cercana al verano. Según Financial Times, unos 35.000 soldados ucranianos reforzados por tanques occidentales se enfrentarán a unos 140.000 militares rusos en un frente de unos 950 kilómetros, separados por obstáculos mortales de minas, trincheras y barreras antitanques rusas.
La orden de lanzar la contraofensiva solo la dará el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, aconsejado por pocas personas de su círculo más cercano.
Por otra parte, el portavoz del Ministerio ruso de Defensa, el general mayor Igor Konashenkov, afirmó ayer que “los destacamentos de asalto liberaron dos manzanas en el noroeste y centro de la ciudad de Artiomovsk”.
Desde el viernes pasado, según Moscú, los wagneritas han tomado nueve manzanas. Las denuncias de un ex mercenario estremecieron a Ucrania y Occidente. Declaró a un activista de derechos humanos ruso haber recibido órdenes de asesinar en Soledar y Bajmut a civiles ucranianos, incluidos adolescentes, a lo que el jefe de gabinete de Zelenski, Andriy Yermak, recalcó que “debe haber un castigo”.