Las tres soluciones posibles
El árbol se trasplantará a otro lugar, si los científicos estiman que es el remedio más viable
Según el borrador del convenio del ficus que van a firmar las tres partes, las tres opciones para el árbol las dictamiinará el comité científico que va a estudiar el ejemplar.
Si concluye que el ficus es “viable” y puede sobrevivir, se iniciarán los trámites para incluirlo en el inventario de arbolado para su conservación futura. En ese caso “el Ayuntamiento de Sevilla, previo acuerdo con la Orden de predicadores de Padres Dominicos, se compromete a llevar a efecto los trámites que urbanística y patrimonialmente procedan para integrar el ejemplar en el inventario del arbolado municipal a efectos de su conservación futura”, reza el texto.
En este supuesto, la orden religiosa debe renunciar a los derechos de la licencia de apeo del árbol y “facilitará al Ayuntamiento de Sevilla el trasplante del ficus en otro emplazamiento, si esta resultase la solución más viable técnica y económicamente”.
Si se decide el trasplante el ficus, la solución será que el Ayuntamiento asuma los trabajos. “Si del dictamen resultase aconsejable el trasplante del ejemplar, por resultar viable técnica y económicamente, el Ayuntamiento de Sevilla asumirá los trabajos de trasplante, previo acuerdo igualmente con la Orden de predicadores de Padres Dominicos”, estipula el convenio.
Si el dictamen científico concluye que el ficus no puede sobrevivir, el Ayuntamiento de Sevilla talará el ficus y plantará en su lugar un nuevo árbol que pueda desarrollarse en ese entorno. Las partes firmarán “un nuevo convenio” facultando al Ayuntamiento de Sevilla para llevar a cabo el apeo y las actuaciones sean necesarias para la plantación en su sustitución de un nuevo árbol de especie que pueda desarrollarse adecuadamente en el entorno y armonice con el mismo. El nuevo ejemplar se incluirá en el inventario de arbolado municipal y lo conservará la ciudad.