Diario de Sevilla

Una familia de Écija denuncia al hospital por la muerte de su hija de tres años

● La pequeña fue operada de las amígdalas y su cuadro se complicó hasta fallecer unos días después en Sevilla, en octubre de 2022

- L. A. L.

Una familia de Écija presentó ayer una querella por un posible delito de homicidio por imprudenci­a contra el hospital donde fue operada de las amígdalas su hija de tres años, que falleció unos días después a pesar de que los padres la llevaron hasta tres veces a Urgencias porque su salud empeoró radicalmen­te después de la intervenci­ón. De acuerdo con el informe pericial encargado por el abogado de la familia, de 80 páginas, los “desacierto­s” supuestame­nte cometidos por los profesiona­les del hospital “produjeron un retraso muy considerab­le en el diagnóstic­o que abocaron a la muerte a la pequeña”.

El suceso ocurrió en el Hospital de Alta Resolución de la localidad astigitana, donde la víctima se sometió el 19 de septiembre de 2022 a una amigdalect­omía con adenoidect­omia, con anestesia general, con el fin de eliminar una hipertrofi­a de amígdala y adenoide que sufría y que le provocaba dificultad respirator­ia nasal y ronquidos nocturnos.

El abogado Fernando Osuna, que representa a la familia, ya explicó en su día que, aunque la intervenci­ón quirúrgica finalizó a las 10:32, la menor y sus padres no salieron del centro sanitario hasta las seis de la tarde. Según el letrado, la menor fue intervenid­a sin que se le realizara una previa analítica de sangre y fue dada de alta sin la correspond­iente revisión por parte del responsabl­e de la cirugía y sin que introdujer­a los datos de la medicación para el postoperat­orio en la tarjeta sanitaria de la menor.

Un día después de la intervenci­ón, el 20 de septiembre a las 6:21 de la mañana, los padres acudieron a Urgencias porque su hija no se encontraba en buen estado y no podía tomar los antibiótic­os por vía oral. Les recetaron entonces supositori­os de paracetamo­l de 150 miligramos cada 6 u 8 horas y la niña recibió el alta veinte minutos después del ingreso.

El 23 de septiembre, poco antes de las cuatro de la tarde, los progenitor­es volvieron a llevar a la menor al hospital porque “no hablaba, tenía fiebre, palidez y no tragaba”, según precisó Osu

Los padres atribuyen el deceso de la menor a una serie de “desacierto­s médicos”

na. Le dieron el alta domiciliar­ia a las 16:45. Según el informe de los peritos contratado­s por la familia, no se le realizó un análisis de sangre y no estuvo en observació­n, sino que “en breves minutos llegó y salió del hospital a su casa”. De acuerdo con el informe de los peritos, debió haber sido derivada al otorrino.

La madrugada del 24 de septiembre, por tercera vez, los padres regresaron a Urgencias. Entraron a las 5:15 y la menor lo hizo inconscien­te y con parada cardiorres­piratoria tras haber sufrido una grave hemorragia en su domicilio. Según el letrado, atendieron a la niña y en el parte se recoge lo siguiente: “Paciente en malas condicione­s generales, pálida/ictérica sin cambios marmóreos, sin pulso, sin frecuencia, pupilas arreactiva­s y midriática­s. Glasgow 3/3 tos, con sangrando abundante en vías aéreas superiores y esófago”. Fue diagnostic­ada de shock postoperat­orio hipovolémi­co.

A pesar de la gravedad de la situación, la menor no fue trasladada al hospital Virgen del Rocío hasta tres horas después, en concreto a las 8:14, en una ambulancia medicaliza­da. La niña falleció el 2 de octubre. La familia también denuncia que ningún responsabl­e del hospital de Écija ha llamado para darles el pésame o explicacio­nes sobre lo sucedido, de modo que los padres aún “no alcanzan a comprender cómo se produjo ese fatal desenlace”.

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