El ex presidente peruano Alejandro Toledo se entrega a la Justicia en EEUU
El ex presidente de Perú Alejandro Toledo, reclamado por la justicia de su país desde finales de 2017, se entregó ayer a la Corte de San José, en California, para ser extraditado a Perú.
El expresidente llegó al tribunal a la hora prevista, las 09.00 hora local (16.00 GMT), y evitó entrar por la puerta principal para no encontrarse con los medios de comunicación, según contó a EFE una fuente de su entorno.
El lugar y la hora eran de conocimiento público, pero ante la corte no hubo curiosos ni compatriotas para tratar de presenciar su entrega.
“Ya está arriba”, dijo la fuente a EFE, que añadió que la mujer del ex presidente, Eliane Karp, también había subido.
En una entrevista concedida en exclusiva a EFE la víspera de su citación judicial, Toledo exigió a la justicia de su país que no permita su “muerte en prisión”.
El ex presidente estaba obligado a entregarse a las autoridades este viernes por la mañana en el edificio Robert F. Peckham, sede del
Tribunal del Distrito Norte de California, en la ciudad de San José.
El ex mandatario había manifestado en declaraciones a EFE horas antes de su entrega que desconocía el tiempo que permanecerá recluido en Estados Unidos y “quiénes vendrán desde Perú” para ejecutar la extradición.
Toledo está imputado en su país por la presunta comisión de los delitos de lavado de activos, colusión y tráfico de influencias en relación con el escándalo Odebrecht que, a su vez, forma parte del conocido Caso Lava Jato y que salpicó a dirigentes latinoamericanos.
La OTAN continúa su política para “arrastrar” a Ucrania al bloque euroatlántico y “absorberla”, afirmó ayer viernes el Kremlin.
“La OTAN sigue mostrando su esencia agresiva, de la que hablamos incluso antes del inicio de la operación militar especial. Evidentemente continúa con su línea de absorber y arrastrar a Ucrania a la Alianza”, dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa diaria.
A la vez, el principal objetivo ahora, señaló Stoltenberg, es, “naturalmente, garantizar que Ucrania prevalezca” y que el presidente ruso, Vladímir Putin, “no gane la guerra”, porque “sin una Ucrania soberana e independiente no tiene sentido discutir una adhesión”.