Doñana, en guerra por la Comisión
● La presidenta y conservadora Ursula von der Leyen defiende el papel del comisario de Medio Ambiente ● El Gobierno arremete contra el PP por cuestionar las instituciones europeas
Que las manifestaciones del presidente del Grupo Popular Europeo, Manfred Weber, sobre que el comisario de Medio Ambiente, Virginius Sinkevicius, le estaba haciendo la campaña a Pedro Sánchez no se iban a quedar ahí, era una apuesta ganadora. Apenas unas horas después de que el primero asegurara que “vemos al comisario con una camiseta roja” tras sus declaraciones después de reunirse con el consejero de Sostenibilidad de la Junta, Ramón Fernández-Pacheco y decirle que su plan de regadíos en Doñana iba “en sentido contrario” a una sentencia del TJUE, el presidente del Gobierno, dos ministras, el presidente del PP y su portavoz en el Congreso, tomaron la palabra.
Pocas veces se recuerda una utilización de las instituciones europeas para asuntos de política nacional. Sólo en este contexto cabe entender la pronta y contundente respuesta de la Comisión Europea que insistió en su papel “estrictamente institucional” en la gestión del expediente de Doñana. “La Comisión aquí está en su papel de gestión de un expediente” y el papel del Ejecutivo comunitario “es estrictamente institucional”, recordó el portavoz jefe del Ejecutivo comunitario, Eric Mamer, quien añadió que “nunca reaccionamos a declaraciones de responsables políticos”, para añadir que la presidenta de la CE, la conservadora Ursula von der Leyen, “tiene confianza en el conjunto de miembros de su colegio”.
El portavoz comunitario de Medio Ambiente, Adalbert Jahnz, recalcó que el expediente sobre Doñana “es un proceso legal” que la Comisión gestiona como “guardiana imparcial de los Tratados”.
A lo largo del día las declaraciones cruzadas entre los representantes del Gobierno y del primer partido de la oposición se sucedieron con el papel de la institución europea como justificante.
Así, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acusó a los populares de “deslegitimar” a la CE, a través de unas acusaciones de “extraordinaria gravedad”, ya que “dañan la imagen de España” ante ellas. “Ya está bien, estamos ante una oposición a la deriva”, dijo.
“Las sentencias judiciales se acatan y la reputación de España, se defiende”, añadió el presidente para acusar a los populares de “saltarse a la torera” las sentencias judiciales sobre Doñana.
Poco antes, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, denunció “la utilización que está haciendo el Gobierno de España de las instituciones europeas para atacar a una comunidad autónoma gobernada por el PP, en plena campaña electoral” y calificó la decisión de sus representantes en Bruselas como “absolutamente acertada”.
El presidente de su partido, Alberto Núñez Feijóo, menos explícito, respaldó a su homólogo europeo, Manfred Weber, y aseguró que “su posicionamiento, ha de ser el que es”, para a continuación insistir en el hecho de que el Gobierno “utiliza todos los resortes para hacer campaña electoral”.
No fueron los únicos. Durante la mañana de ayer, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, aseguró que “nunca he visto a nadie atacar a un comisario así, pero me parece muy grave que aquí se haga ahínco de ello, porque esto es un problema de desafío, de falta de confianza, de cuestionamiento de la legitimidad de la Comisión actual que no pasa desapercibido en Bruselas ni en ningún sitio”.
A su juicio es “absolutamente inadmisible” que se ponga en cuestión a las instituciones europeas, pero añadió que “desgraciadamente” en esta legislatura se ha pretendido “deslegitimar al Gobierno de España” y ahora los populares dan “un paso más” haciendo lo mismo con las instituciones europeas.
Más contundente todavía fue la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien confesó que “no salgo de mi asombro. Cuando una cree haberlo visto todo se encuentra reacciones que no se corresponden con un partido de Estado”. Desde su punto de vista, al cuestionar incluso a la “propia CE y sus pronunciamientos” el PP “pone en solfa el proyecto colectivo de construcción de Europa” y añadió que le parece “absolutamente fuera de lugar” que se cuestione “el criterio de un comisario y de la Comisión Europea cuando no se corresponde con tu voluntad política”. “Todos tenemos que aceptar las reglas del juego”.
A juicio de Montero, lo que está haciendo el PP es “cuestionar el propio sistema democrático”. “No todo vale en política por intentar conseguir el poder a toda costa y de cualquier manera. El PP debería hacer una reflexión porque ha sobrepasado todas las líneas rojas de la decencia política”, aseveró.
Sobre el fondo de las manifestaciones del comisario de Medio Ambiente, es decir que el nuevo plan de regadíos contraviene la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en la que obliga al Gobierno español a proteger el espacio natural y que el lituano considera que se pone en cuestio