Diario de Sevilla

El derecho del paciente a conocer los riesgos

● Un juez condena al SAS a indemnizar a una paciente con 30.000 euros por los daños causados por unas infiltraci­ones en un pie sin haber firmado un documento de “consentimi­ento informado”

- JORGE MUÑOZ jmunoz@diariodese­villa.es

LA Justicia ha condenado al Ser vicio Andaluz de Salud (SAS) a indemnizar con 30.000 euros a una paciente sevillana que sufrió unas complicaci­ones tras ser sometida a unas infiltraci­ones en un pie porque en el centro sanitario no le informaron de los riesgos que implicaba la inter vención, dado que no firmó el “consentimi­ento informado” y todo ello a pesar de que con anteriorid­ad ya había sido sometido a la misma técnica.

La paciente, de 36 años, se sometió en septiembre y octubre de 2015 a infiltraci­ones subtalares en el pie derecho, pero tuvo que acudir al servicio de urgencias al sufrir dolores, quedando ingresada en obser vación por “posible celulitis en relación con infiltraci­ón de fascitis plantar”, y posteriorm­ente tuvo que ser sometida a una cirugía ante complicaci­ones infecciosa­s.

La abogada Inmaculada Santa Cruz Álvarez, de Santa Cruz Abogados, que ha logrado esta indemnizac­ión para la paciente, explica a este periódico que lo más significat­ivo de este caso es precisamen­te que la mujer ya se había sometido a unas infiltraci­ones para tratar esta dolencia en los años 2011 y 2012, sin que tuviera ningún efecto adverso. “Este argumento lo utilizó la defensa del SAS para afirmar que, en el peor de los casos, no era preciso el consentimi­ento informado de la paciente, porque ya era conocedora de la técnica”.

Sin embargo, la letrada de la paciente argumentó que el hecho de que conociera la técnica en sí misma, “no implicaba ser consciente de los posibles riesgos de la misma y una infiltraci­ón es un técnica invasiva que necesariam­ente precisa el consentimi­ento informado por escrito, una argumentac­ión que utiliza el propio juez en su sentencia”.

Inmaculada Santa Cruz destaca, no obstante, que lo más penoso de este caso es que se ha llegado a esta sentencia después de “casi siete años solicitand­o la historia clínica y una resolución expresa de nuestra reclamació­n por vía administra­tiva por parte del SAS, porque era fundamenta­l comprobar si ese consentimi­ento informado estaba en la historia o no, porque la paciente insistía en que no recordaba haberlo firmado”.

De hecho, l a sentencia del juzgado de lo Contencios­o-administra­tivo número 13 de Sevilla, a la que ha tenido acceso este periódico, explica que en este caso, la paciente “no tuvo toda la informació­n disponible” porque el hecho de que las infiltraci­ones que se le realizaron años atrás hubieran tenido éxito “no conlleva necesariam­ente que conociera las complicaci­ones que pudieran surgir, y tampoco consta acreditado que recibiera un informació­n verbal comprensiv­a de la técnica a emplear y de sus posibles riesgos y complicaci­ones”.

“De haberla tenido, podría haber decidido de forma diferente. No es obligación del paciente buscar por sí mismo la informació­n atinente al caso; tampoco se ha de admitir que la informació­n verbal dada a la paciente fuera adecuada ni suficiente; precisamen­te para evitar las dudas que pudieran generarse con la informació­n facilitada se establece la obligación legal de suscribir el consentimi­ento informado”.

De esta forma, el juez considera que ha quedado acreditada debidament­e la “relación de causalidad entre el daño reclamado, que reviste el carácter de antijurídi­co, y la asistencia sanitaria dispensada”.

El juez ha valorado las intervenci­ones quirúrgica­s que precisó “para atender la complicaci­ón infecciosa surgida y para la reconstruc­ción en cirugía plástica, la limitación de movilidad del miembro, con limitación a la

El SAS alegaba que conocía los riesgos porque ya se había infiltrado años atrás

f lexión plantar” y el perjuicio estético causado en el pie.

La defensa del SAS se había opuesto a la demanda al estimar que se había prestado una asistencia sanitaria “acorde con la lex artis ad hoc, conforme a la situación que la paciente presentaba en cada momento en los que fue asistida, sin que se haya acreditado relación de causalidad entre la asistencia sanitaria prestada y las lesiones que ha sufrido”.

Añadía en este sentido que aunque no fue posible localizar el documento del “consentimi­ento informado”, la paciente era “perfecta conocedora de la técnica en cuanto que fue sometida a infiltraci­ones por el mismo motivo en el año 2011 y 2012”.

 ?? JUAN CARLOS MUÑOZ ?? Una sanitaria sale de un hospital.
JUAN CARLOS MUÑOZ Una sanitaria sale de un hospital.
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain