Cazan a un conductor ebrio en un patinete
La Guardia Civil de Granada ha denunciado a dos individuos que dieron positivo en alcohol y droga después de que fueran sorprendidos circulando en patinete por la Autovía de Circunvalación de Granada, la GR-30, y por la carretera autonómica A-4006, entre la GR30 y la localidad metropolitana de Jun. Fueron agentes del destacamento de Tráfico del instituto armado, mientras realizaban tareas de control y vigilancia en las carreteras, los que detectaron a los dos individuos, infringiendo la prohibición expresa de circular por travesías, vías interurbana o autopistas y autovías con vehículo de movilidad personal.
El primer individuo fue detectado circulando en un patinete eléctrico por la circunvalación, a la altura de la localidad de Armilla, sobre las 07:20 horas del pasado sábado. Al presentar síntomas de estar bajo los efectos del alcohol, fue sometido a la prueba y arrojó un resultado de 0.51 mgr / litro. Por lo que, además de por circular por una vía no autorizada, fue denunciado por alcoholemia positiva.
El segundo individuo fue sorprendido circulando por A-4006, en las inmediaciones de Jun a las 10:50 horas del pasado domingo. Como ocurriera con el anterior, fue sometido a la prueba de alcohol y drogas y esta arrojó como resultado la presencia de estupefacientes en tres sustancias: cocaína, opiáceos y THC.
Ante la proliferación de patinetes eléctricos, la Guardia Civil de Granada ha recordado a sus usuarios que, como cualquier otro tipo de vehículo, están sujetos a la normativa de tráfico vigente. Los vehículos de movilidad personal, tal y como establece el Reglamento General de Vehículos, son vehículos de una o más ruedas dotados de una única plaza y propulsados exclusivamente por motores eléctricos que pueden proporcionar al vehículo una velocidad máxima por diseño comprendida entre 6 y 25 km/h.
Estos vehículos, que no debe ir por aceras, tendrán un certificado de circulación, un documento normativo en el que se recogen las características técnicas que deben cumplir los VMP para poder circular por las vías y la obligación de que dichos vehículos hayan sido certificados por los organismos competentes.