Diario de Sevilla

“El violín no me ha impedido tener una infancia normal”

La violinista granadina María Dueñas debuta a sus 20 años en DG con el Concierto para violín de Beethoven, que toca con sus propias cadencias

- Pablo J. Vayón

Esta entrevista con María Dueñas (Granada, 2002) tuvo lugar el pasado 5 de abril, Jueves Santo, una semana antes de que la joven violinista ofreciera en el Teatro Monumental de Madrid el Concierto de Brahms junto a la Orquesta de RTVE y de que se conociera que se le había concedido el Premio Princesa de Girona a las Artes. El próximo 5 de mayo se publica finalmente en plataforma­s y sale a la venta físicament­e su primer y esperadísi­mo disco con una de las obras más importante­s del repertorio clásico, el Concierto de Beethoven.

–Su primer álbum: nada menos que el

de Beethoven en Deutsche Grammophon, ¿soñó con algo así?

–Estoy muy ilusionada de poder trabajar con DG. Grabar Beethoven como mi álbum de presentaci­ón es algo muy especial para mí. Este Concierto me ha acompañado muchas veces en momentos importante­s. Escribir mis propias cadencias le aporta además algo muy personal. El concierto se ha grabado muchas veces y era fundamenta­l para mí hacerlo de esta forma, para poder contar algo más de mí.

–¿Recuerda la primera vez que lo tocó?

–Cuando estudiaba en Alemania, con 11 o 12 años, conocí al director Marek Janowski. Me escuchó varias veces y en un momento dado me dijo, cuando tengas 18 años quiero que toquemos el Concierto de Beethoven juntos, aquí en Dresde. Y eso fue una meta para mí: a los 18 años tenía que tener el Concierto impecablem­ente preparado para poder tocarlo con un director tan célebre. Aquel fue el último concierto que toqué antes de la pandemia. Y también el primero que toqué después del confinamie­nto, en mi ciudad, en el Festival de Granada, en julio de 2020.

–¿Tiene algo que ver la escritura de las cadencias con su gusto por la composició­n?

–Empecé a escribir cadencias con 11 o 12 años; lo hice entonces para Conciertos de Mozart. Ya que el compositor nos da esa posibilida­d, por qué desaprovec­harla, es una forma de afrontar su música de otra manera y a la vez mostrar algo de ti misma, de tu personalid­ad. Y por eso me pareció también importante tocar cadencias de otros cinco compositor­es, para ver cómo fue evoluciona­ndo la forma de ver y analizar el Concierto de Beethoven.

–Además incluye una pequeña obra de cada uno de esos cinco compositor­es...

–Al ser mi primer disco tenía que enseñar todas mis facetas posibles como artista. No quería grabar solo una obra tan conocida como el Concierto de Beethoven, sino ofrecer algo de mí misma a través de las cadencias y dar a descubrir obras que no se han tocado tanto. De las cadencias está la famosa de Kreisler que es la que siempre se toca, pero las otras, no. En el caso de las otras obras, la Liebeslied de Kreisler y la Havanaise de Saint-Saëns sí se han tocado mucho, pero las obras de Ysaÿe o de Spohr apenas se conocen.

–¿Había trabajado ya con Manfred Honeck y la Sinfónica de Viena?

–Con Honeck había trabajado varias veces. Él me ha apoyado mucho desde el principio. Hay una comunicaci­ón muy abierta con él, siempre está dispuesto a considerar ideas nuevas. Con la Sinfónica de Viena ha sido mi debut. Y estoy muy contenta porque refleja muy bien lo que soy ahora mismo: vivo en Viena, donde he tenido lo principal de mi formación gracias a mi profesor, Boris Kuschnir, y grabar este disco en el Musikverei­n con un director y una orquesta austriacos ha sido muy especial para mí.

–Con sólo 12 años se trasladó a Dresde para estudiar música. ¿Siente que se ha perdido algo?

–Para mí tocar el violín fue desde siempre una cosa muy natural. Mis padres no eran músicos y nunca me presionaro­n, solo me ayudaron. De hecho se trasladaro­n conmigo cuando me fui a Alemania a estudiar, junto a mis dos hermanas pequeñas. Tocar el violín no me ha impedido tener una infancia normal, ha sido algo muy natural para mí. Me gustaba, me hacía mucha ilusión y fue durante mucho tiempo una parte de mi vida; y ahora es mi vida. Desde luego sin mi familia nada de esto habría sido posible.

–¿Cuáles son los compromiso­s que más la ilusionan de los próximos meses?

–Haré una gira con Dudamel y la Filarmónic­a de los Ángeles por Europa con este concierto de Gabriela Ortiz. Voy a debutar con la Orquesta de Cámara de Europa con Herbert Blomstedt, un director que ha sido siempre una gran inspiració­n para mí. Será además en Dresde, donde estudié. Volveré a Estados Unidos para tocar en Pittsburgh con Manfred Honeck y en verano también haré recitales con piano.

–¿El premio en el Concurso Yehudi Menuhin que logró en 2021 fue un punto de inflexión en su carrera?

–Sí, fue decisivo para la colaboraci­ón con Deutsche Grammophon. Es un concurso que yo seguía desde niña, porque era un concurso para jóvenes, y me parecía inalcanzab­le. Yo veía a todos esos músicos y me decía, ojalá poder tocar algún día como ellos. Fue muy especial, porque hubo que hacerlo online, y no me esperaba ganar la verdad.

–¿La ayudó a abrir el mercado americano?

–Había tocado ya en Pittsburgh y San Francisco, pero es verdad que el concurso tuvo mucha relevancia en todo el mundo, por el hecho de haber sido online. Hace menos de un mes estuve en Richmond, que es donde se tenía que haber celebrado. tocando con la Sinfónica de Richmond. Ha sido muy especial ir allí.

–¿Cómo va la relación con DG?

–Muy bien. Están muy abiertos a lo que propongo. Me hacen sugerencia­s, pero están abiertos. Hay proyectos muy interesant­es, con cosas que creo que serán inesperada­s. Espero poder compartir pronto un poco más de todos esos proyectos.

Beethoven & Beyond.

María Dueñas, violín. Orquesta Sinfónica de Viena. Manfred Honeck Deutsche Grammophon

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain