INCOMPRENSIBLE ACTITUD ARBITRAL CON EL BETIS
DIFÍCIL resulta explicar sin perder la compostura la deriva que ha tomado el Betis . Complicado es analizar lo que ocurre sin criticar a nadie, mayormente a cuantos componen el estamento arbitral. Con la sombra del Caso Enríquez Negreira sobrevolando la vertical de nuestro fútbol, los ataques arbitrales que está sufriendo el equipo de Manuel Pellegrini dan mucho que pensar, que pensar mal, muy mal, rematadamente mal.
Las trece expulsiones a un equipo que apenas infringe el Reglamento dan mucho que pensar
Que el equipo que menos faltas hace sea el líder en expulsiones tiene mandanga. No puede ser verdad cuanto vemos, pero la triste realidad es que el Betis está a punto de ser desahuciado de la zona que ocupó durante todo el curso y las expulsiones no pueden ser ajenas. Tantos partidos jugados en inferioridad numérica no hay equipo que lo resista. Trece expulsados en lo que llevamos de Liga, líder en ese apartado, y segundo equipo que menos faltas hace, un contrasentido.
Que el tipo que pitó en el Camp Nou haya dejado al Betis en inferioridad en cuatro partidos que le juzgó es curioso. Y de todas las expulsiones son la más chocantes las dos de Canales, un ejemplo de deportista que sufrió el autoritarismo de árbitros que suelen mostrarse muy duros con las espigas y blandos con las espuelas (Federico dixit, pero al revés). Expulsados doblemente Canales, Edgar y Luiz Felipe, la realidad nos dice que parece como si molestase al arbitraje el Betis.
¿Se hará algo mal en el Betis respecto a las relaciones con los árbitros? ¿Les rayarán el coche en el parking? ¿Les cortarán el agua caliente a la hora de ducharse? Si no es por cuestiones de ese tenor resulta incomprensible la inquina del estamento con un club centenario. No queremos ni pensar que haya una mano negra en la institución arbitral que ordene mano dura con un equipo que no se caracteriza, precisamente, por echar mano del otro fútbol. A ver cómo acaba esto.