Diario de Sevilla

Alonso es el primero del resto

● Exhibición de Max Verstappen en Miami para demostrar que las diferencia­s entre los Red Bull y los demás coches son abismales ● Checo Pérez fue segundo y Carlos Sainz, quinto

- Adrian R. Huber (Efe)

El neerlandés Max Verstappen (Red Bull) reforzó su liderato en el Mundial de Fórmula Uno al ganar ayer el Gran Premio de Miami (EEUU), el quinto del año, disputado en el circuito construido en torno al Hard Rock Stadion de la citada localidad del estado de Florida; donde relegó al segundo y al tercer puesto, respectiva­mente, a su compañero, el mexicano Sergio Pérez, y al español Fernando Alonso (Aston Martin), que logró su cuarto podio de la temporada: el 102 en la categoría reina.

Verstappen, de 25 años y que apunta a un tercer título seguido, logró su victoria número 38 en la F1, la tercera de la temporada, con una nueva exhibición –tras haber arrancado noveno– con la que cruzó triunfal la línea de meta; por delante de Checo (firmando el cuarto doblete del año para Red Bull) y del de nuevo genial Alonso; en una carrera que el otro español, Carlos Sainz (Ferrari) acabó en quinta posición, por detrás del inglés George Russell (Mercedes).

Mad Max evitó que Checo asumiese el mando del certamen y completó –añadiendo a su triunfo la vuelta rápida en carrera– una nueva lección magistral de pilotaje a la que se sumó el doble campeón mundial asturiano, que, en una segunda juventud a los 41 años, confirmó la tercera plaza del campeonato, la primera de entre los “no extraterre­stres”; que ocupa con 75 puntos, 44 menos que el neerlandés: que ahora aventaja en catorce al bravo piloto de Guadalajar­a (Jalisco). En una F1 que habla cada vez más en español.

Checo apuntaba al liderato del Mundial desde el primer puesto, después de haber firmado el sábado su tercera pole en la F1, al dominar la al final accidentad­a calificaci­ón, por delante de Alonso, que arrancaba segundo; y de Sainz, tercero en parrilla. Una cronometra­da que marcó un hito: por primera vez, en toda la historia, tres hispanopar­lantes arrancaría­n desde las tres primeras posiciones en una carrera de la categoría reina.

Una configurac­ión que, sin quitarle méritos a nadie, quizá no hubiese sido tal sin el accidente del monegasco Charles Leclerc, que obligó a sacar la bandera roja a poco más de minuto y medio del final de la Q3, interrumpi­endo una sesión que ya no se reanudó. Porque, hasta ese momento, Verstappen había encabezado todas las tablas de tiempos: las del último entrenamie­nto libre, la de la Q1 y la de la Q2.

El neerlandés partía noveno, en una formación en la que de forma sorprenden­te el danés Kevin Magnussen (Haas) y el francés Pierre Gasly (Alpine) ocupaban la cuarta y la quinta plaza; justo por delante de Russell, cuyo compañero y compatriot­a el siete veces campeón mundial Lewis Hamilton partía desde la decimoterc­era posición. Antes de firmar la segunda remontada del día y acabara sexto en la pista construida alrededor del estadio de los Miami Dolphins, equipo de la NFL, la espectacul­ar liga profesiona­l de fútbol americano.

Para añadir más picante a la ya emocionant­e resolución de la calificaci­ón, quedaba la incertidum­bre de la meteorolog­ía, que no descartaba lluvia durante la carrera. Una lluvia que cayó, en forma de tormenta, durante la noche previa, cambiando por completo la superficie de una pista que debutó el año pasado y que, además, acaba de ser reasfaltad­a. Pero que no compareció durante la carrera; que los primeros siete afrontaron con el neumático medio, mientras que Verstappen y Hamilton lo hicieron con el duro.

Alonso, que en la rueda de prensa de la FIA del sábado hizo un alegato en defensa del español en su propio idioma (la lengua oficial en las conferenci­as de la F1 es el inglés), volvió a demostrar quién es el jefe, sobresalie­ndo con un coche que no se puede medir a los muy dominantes Red Bull. Que seguirán apuntando bien alto tras la renovación de su ingeniero estrella, el inglés Adrian Newey, el gurú de la aerodinámi­ca. Creador de la nave imbatible con la que el alemán Sebastian Vettel lideró cuatro dobletes de la escudería austriaca entre 2010-13; y cuya extraordin­aria sabiduría deja vislumbrar una segunda era gloriosa para los toros rojos.

Fernando arrancó bien, conteniend­o a Sainz. Y Checo mantuvo su primer puesto, por delante de los dos españoles; y de Gasly y de Russell, que habían dado cuenta de Magnussen.

Todo apuntaba a dos guerras fratricida­s: la de los pilotos del equipo austriaco, por la victoria; y la de los españoles, por el tercer peldaño del podio.

En la 18, Sainz paró a poner duros, con la intención de hacerle un undercut al doble campeón mundial asturiano. No le salió bien y Fernando Alonso dominó para ser el tercero al final.

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CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVIC­H / EFE ?? Max Verstappen le echa champán a Fernando Alonso en el podio de Miami.
MIAMI CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVIC­H / EFE Max Verstappen le echa champán a Fernando Alonso en el podio de Miami.

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