“No puede haber armas como grifos de agua en La Palmilla”
El alcalde de Málaga exige que la Policía retire las pistolas que hay en la barriada malagueña
“No puede haber armas no autorizadas como grifos para beber agua. Quítenlas”. Así de tajante se pronunció ayer el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, sobre los últimos tiroteos ocurridos en la barriada de Palma-Palmilla y la posterior reivindicación de los vecinos para que cesen los enfrentamientos. El regidor insistió en lo urgente de que la Policía Nacional, conocedora, a su juicio, de los puntos conflictivos en los que puede encontrarlas, retire las pistolas. “Hay una queja clara de que la Policía no ha estado presente en la búsqueda e incautación de armas. Dos clanes enfrentados llegan a usarlas y, para utilizarlas, hay que tenerlas”, remachó.
De esta forma, De la Torre respondió a las acusaciones del subdelegado del Gobierno en Málaga, Javier Salas, quien subrayó que el problema en el barrio es también “social y no solo de seguridad o punitivo”. Al tiempo, Salas defendió que la Policía Nacional “es muy profesional” y que el número de efectivos se ha reforzado tras la salida del Gobierno de Mariano Rajoy, “que nos dejó con un 20 ó 30% menos de Policías en Málaga”. “Todos los malagueños sabemos lo que es Palma-Palmilla”, recalcó, para, a renglón seguido, arremeter contra el Ayuntamiento, al que culpa de la situación conflictiva: “En 20 años no ha hecho nada. Hasta que eso no se ataje, no se solventará el problema de seguridad ciudadana en la zona”.
En palabras del máximo responsable de la Subdelegación del Ejecutivo, la Policía “actúa y detiene a los presuntos delincuentes cuando hay denuncia o tiene conocimiento de la presencia de un arma”, si bien “no puede haber un policía en cada casa de Palma-Palmilla”.
Las declaraciones indignaron al alcalde, que niega que los tiroteos puedan atribuirse a un contexto social, y recuerda que fue el Consistorio malagueño el que se ocupó de constituir las comunidades de propietarios, además del “esfuerzo en materia educativa”. Afirma que las actuaciones municipales “deben ser valorada y no se pueden tirar abajo porque no haya cuidado ni atención en la Policía Nacional para quitar las armas, que se usan como si fueran caramelos para endulzarse la vida”. De la Torre aseveró que no hay motivo para inquietarse si la Subdelegación “cumple con sus obligaciones” y el problema de las armas automáticas “se corrige con eficacia”. Solo así los residentes estarán “contentos y felices”.