Empresa familiar y conciliación: todo depende de tu apellido…
● Un estudio demuestra que los empleados de la familia propietaria están más satisfechos con la relación entre vida laboral y personal que el resto
LA división entre actividades laborales y no laborales se ha diluido debido al aumento de las tecnologías digitales y de comunicación, el trabajo f lexible y las opciones de trabajo remoto. La pandemia del coronavirus puso de relieve cómo se han desdibujado las fronteras entre las esferas más privadas y personales y las profesionales, aunque investigaciones anteriores ya habían alertado sobre cómo los cambios demográficos, tecnológicos y ambientales, o las expectativas y nuevas necesidades de muchos empleados obligarían a los profesionales de recursos humanos a hacer frente a las demandas de equilibrio entre la vida laboral y personal.
La realización de múltiples tareas profesionales fuera del horario laboral, la constante extensión de la jornada, o la sensación de disponibilidad continua pueden afectar la energía, el tiempo o la atención para dedicar a demandas en nuestro plano más personal. Es claro que las esferas profesionales y personales son permeables, y que cuando surge un conflicto en un ámbito, afecta el otro dominio. Estudios previos demuestran que esta situación de interferencia continua puede ser aún más difícil para los trabajadores con altos niveles de formación y expectativas de crecimiento profesional. Por otro lado, investigaciones realizadas en diferentes contextos han concluido que los empleados que experimentan un estrés limitado en el trabajo y logran un equilibrio entre su vida laboral y su vida personal presentan una mejor calidad de vida, están más comprometidos con la organización, participan en comportamientos de apoyo hacia la organización, e incluso es más probable que se sientan más satisfechos en el trabajo. Todos estos comportamientos finalmente se conectan con una mayor probabilidad de éxito organizativo y mayor desempeño.
Las empresas familiares –entendidas en sentido amplio como aquéllas en las que la propiedad y la gestión o el control se encuentran en manos de una misma familia– representan un escenario muy interesante para estudiar la conciliación de la vida profesional y personal, porque en este tipo de negocios se confunden los dos roles sociales, el rol de empleado/gerente y el rol de familia, y el límite entre familia y empresa comúnmente se difumina. Sin embargo, hasta ahora se han realizado pocos estudios que consideren esa ambigüedad de la influencia de la familia en las relaciones laborales, y si las empresas familiares pueden ser consideradas buenas o malas empleadoras en términos conciliación, tanto para trabajadores de la familia como para el resto de los trabajadores que no pertenecen a la familia.
La integración, e incluso podríamos decir confusión, de los roles de trabajo y familia en las empresas familiares podría afectar negativamente la conciliación de la vida profesional y personal, afectando a los niveles de desempeño, satisfacción del propietario y los trabajadores, así como las percepciones de bienestar emocional. Además, las relaciones personales fuertes y frecuentes entre los miembros de la familia, no sólo dentro del entorno empresarial sino también fuera de este -en encuentros familiarespueden inf luir en las percepciones de conflicto y equilibrio entre el entorno laboral y personal y, en última instancia, afectar a los resultados de la empresa.
La complejidad radica en la obvia subjetividad inherente a la conciliación de la vida profesional y personal, pues el concepto se basa en percepciones individuales y en prioridades muy subjetivas, que pueden cambiar según el momento vital en que nos encontremos. En definitiva, para algunas personas dedicar aproximadamente el mismo tiempo al trabajo y a los roles familiares puede representar un alto nivel de conciliación, mientras que para otros la percepción de equilibrio puede ser diferente.
Estudios previos han destacado que los miembros de la empresa familiar, por su posición, tienen más control sobre sus horarios y tareas que el trabajador promedio y por su visión difusa del binomio familia-empresa, pueden percibir que otorgar cierta prioridad a uno de los elementos del binomio no necesariamente perjudica al otro, lo que favorece una alta satisfacción con la conciliación de su vida laboral y personal incluso aunque la dedicación a la empresa sea muy elevada. Esta idea podría estar conectada con la preocupación por preservar la riqueza emocional de la empresa familiar y podría llevar, por ejemplo, a permitir que un miembro de la familia trabaje en horarios flexibles, sin que se le penalice o se le considere menos comprometido con la empresa.
Los resultados de nuestro estudio en empresas familiares en España reflejan cuestiones de gran interés. Observamos que la satisfacción de los empleados familiares con la conciliación de la vida profesional y personal en empresas familiares es más alta que para los empleados que no pertenecen a la familia y que para los empleados de las empresas no familiares. Teniendo en cuenta la subjetividad del concepto, estos resultados pueden tener diferentes explicaciones. Aunque la integración de las esferas personales y profesionales es evidente en las empresas familiares, la naturaleza y significatividad del trabajo, y el apoyo percibido podrían explicar por qué los miembros de la familia están, pese a todo, más satisfechos con su conciliación. Además, sus expectativas y valores relacionados con el trabajo serían también relevantes. Lo que puede ser aceptable en términos de carga de trabajo o interferencia para un miembro de la familia puede ser terrible para los empleados no familiares. La fuerte identificación familia-empresa conduce con frecuencia a un alto nivel de sacrificio por parte de los miembros de la familia, que podrían priorizar las necesidades de la empresa familiar sobre las necesidades personales y aun así estar satisfechos con el desajuste.
En definitiva, nuestros resultados sugieren que, en términos de satisfacción con la conciliación, trabajar en una empresa familiar sólo es interesante si eres parte de la familia. En contra de lo que cabría esperar, los trabajadores no familiares de las empresas familiares no están más satisfechos con su equilibrio entre vida profesional y personal, que los de las empresas de carácter no familiar. Si bien las empresas familiares presentan un trato más cercano y una mayor preocupación por sus trabajadores, también es posible que exijan a los empleados no familiares un mayor nivel de dedicación que éstos pueden percibir como desajustado dentro de sus prioridades. Es más, la fuerte identificación empresa-familia puede llevar al empleado no familiar a sentirse un “outsider” y, por ello, no percibiría el mismo nivel de apoyo que los miembros de la familia. Por tanto, para un empleado no familiar, las ventajas e inconvenientes de trabajar en una empresa familiar se compensarían, no siendo favorable ni perjudicial en su satisfacción con la conciliación el carácter familiar de este tipo de empresas. Futuros estudios deberían explorar las diferentes demandas y expectativas de los diferentes tipos de empleados en las empresas familiares, y cómo las normas familiares e incluso los roles de género pueden afectar la satisfacción con la conciliación.
El desafío de cómo promover un entorno de trabajo favorable a la conciliación sigue, por tanto, vigente. Se necesita un enfoque más sostenible para evitar prácticas de gestión de recursos humanos basadas en costes a corto plazo que puedan dañar a los trabajadores, sus familias y la comunidad en la que se encuentran inmersos. Las empresas familiares están en una buena posición para desempeñar un papel destacado en este cambio, presentando claras ventajas, si bien aún tienen una serie de retos que superar. El desarrollo de esas estrategias de recursos humanos debería crear conexiones más fuertes entre la conciliación y el bienestar, y ayudaría a promover una fuerza laboral sostenible en las organizaciones, impactando en los beneficios sociales a largo plazo.
La investigación pone de relieve que trabajadores no familiares están más descontentos