Palomares: un problema con 57 años
ESTADOS Unidos y España tienen previsto reiniciar “pronto” las negociaciones para llegar a un acuerdo definitivo sobre la limpieza del suelo contaminado con plutonio en la localidad de Palomares. El problema que arrastra la pedanía almeriense desde hace 57 años, tristemente famosa por el accidente nuclear ocurrido el 17 de enero de 1966, formó el viernes parte de las conversaciones que mantuvieron en la Casa Blanca el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el mandatario americano, Joe Biden. En el contexto de la Guerra Fría, dos aeronaves de la Fuerza Aérea americana, un avión cisterna KC-135 y un bombardero estratégico B-52, colisionaron en vuelo en una maniobra de reabastecimiento de combustible. Esto provocó el desprendimiento y la caída de las cuatro bombas termonucleares que transportaba el B-52, así como la muerte de siete del total de los once tripulantes que sumaban ambas aeronaves. De los nueve kilos de plutonio que cayeron sobre la localidad, tan sólo se recuperaron 270 gramos, distribuidos en más de 4.800 barriles. El resto permanecen en una zona vallada del pueblo, a la espera del acuerdo que permita trasladarlos hasta el desierto de Nevada. Demasia
El acuerdo, que ahora ambas partes deben negociar, sólo despierta escepticismo entre los vecinos, después de tantos años esperando una solución
das han sido las ocasiones en las que ambas administraciones han buscado cerrar una cuestión que se prolonga durante casi seis décadas. Pero la realidad es que los intentos por zanjar el problema siempre se han quedado en buena voluntad por parte estadounidense y en presión, aunque baldía, de los sucesivos gobiernos españoles. Ahora, la administración Biden parece, sólo parece, estar dispuesta a avanzar en la solución, que se topa con el coste que supone trasladar la tierra contaminada hasta Estados Unidos, cifrado en 600 millones de euros, a sufragar por ambas partes. Pero lo cierto es que la buena sintonía, que ahora hay que plasmar en acuerdo, sólo despierta escepticismo entre los vecinos, después de tantos años de esperanzas frustradas esperando una solución.