Obstáculos para sustituir el arroz por otros cultivos
empezaba en marzo o abril y duraba hasta octubre, y a eso se sumaba la del cangrejo. Pero con los años que llevamos de sequía la gente se está yendo. Sin actividad ninguna, ahora el pueblo está dependiendo de la zona del Guadiamar y se busca la vida en la zona de Almonte, El Rocío y Moguer”, lamenta Juan Molero.
“Antes el que venía de Sevilla se paraba en un restaurante a comer y echaba el día aquí. Ahora si no hay semillas, ni abonos, ni logística ni gastronomía ni turismo se nos está paralizando casi todo”, señala Eduardo Vera, de la Federación de Arroceros. En la sequía de 1992-1995 muchos vecinos abandonaron el pueblo y no han regresado.
A corto plazo, la imposibilidad de cultivar requiere com
No hay pesca de cangrejo rojo, que puede sobrevivir a 50 cm. bajo este secarral
pensaciones económicas para afrontar esta sequía. La Federación de Arroceros y el Ayuntamiento de Isla Mayor reclaman que las ayudas y bonificaciones lleguen de forma rápida y ágil al sector porque “ahora el agricultor está ahogado y ya no tiene para pagar más”.
El alcalde denuncia la tramitación tan lenta de las bonificaciones a los agricultores que aprueban las administraciones, como las previstas en el Decreto de Sequía en el IBI y el canon hidráulico. “Son ayudas que se legislan y articulan, pero su aplicación es lentísima”, destaca Molero. Las del año pasado no se han devuelto aún.
“Una finca de 15 hectáreas paga de IBI nada menos que 45 euros por hectárea. Si a eso sumamos el canon hidráulico y la subida de precios de todo... El colchón de los agricultores en el
A medio o largo plazo, hay quien está abandonando el arroz para pasarse al girasol, el trigo y las placas solares. Pero “sin agua es casi imposible sustituir el arroz por nada”, señala Vera. También hacen falta importantes inversiones que adapten el suelo a otros cultivos, ya que al ser una tierra arcillosa y tener poca lluvia, eso implica que la sal sigue estando debajo, aclaran los arroceros. “Modificar estas tierras para otro tipo de actividad agrícola requeriría una inversión brutal para reconstruir toda la Marisma, con drenes, caballones para plantaciones, etcétera”, explica el alcalde de Isla Mayor, unos cambios que cree que podrían cuestionar los ecologistas debido a la cercanía del Parque Natural. El regidor Molero admite que en la época de vacas gordas algunas de estas inversiones para reconstruir las fincas y destinarlas a otro cultivo sí podrían haberse hecho. El trigo empezó bien, pero no ha prosperado este año porque necesitaba las lluvias de marzo y abril que no han llegado. El resultado es que la planta se ha quedado atrofiada. En la margen izquierda, el sector B12 es la zona más extensa (12.000 hectáreas) donde se cultiva “la mejor verdura de Europa” tras costosas inversiones y gracias al riego del Canal del Bajo Guadalquivir. banco para ir amortizando estos palos cada vez está más desinf lado. Suponiendo que llueva la mundial este año, no creo que se puedan recuperar de cinco años apaleados”, expresa el primer edil.
El Ayuntamiento de Isla Mayor está promoviendo planes de empleo locales con fondos propios para amortiguar los efectos de la sequía. Ahora van a lanzar otro de casi 420.000 euros. Pide más ayudas directas.
A medio plazo, el sector arrocero reclama que se piense en cómo afrontar la próxima sequía, que no se desperdicie una gota de agua (evitar pérdidas y los embalses como Breña II que funcionen de verdad), y hacer embalses nuevos (“captar el agua que cae de forma más torrencial”). “Solu
Los arroceros reclaman que las ayudas y bonificaciones lleguen con rapidez
ciones hay muchas, hace falta financiación. El arroz no gasta mucha agua; devolvemos el 75% del agua que usamos al río. Necesitamos muy poca agua y siempre en movimiento. Por eso no nos sirve la solución de la Confederación de darnos agua unos días al mes”, recalca Vera.
El alcalde admite que con lluvias cada vez más escasas va a ser complicado volver a las campañas de 10.500 kilos por hectárea y que hay que actuar sobre el río para que los municipios sigan teniendo futuro. Para los arroceros, la solución es traer agua a esta zona de aguas arriba del río, de Peñaf lor, con la máxima urgencia. “No podemos esperar más esta solución de traer agua a la zona a través del Canal del Bajo Guadalquivir. Llevamos cinco años malos y sigue sin haber perspectivas de lluvia”, destaca Eduardo Vera.