Un lema como pregón: “Busco tu Gloria, Sevilla”
● Mario Daza, con excelente declamación, nombra a todas las hermandades letíficas y recuerda la Reconquista de San Fernando
Y tras la Resurrección, llega el tiempo de las Glorias. El periodista Mario Daza describió con excelente precisión, mediante versos populares y una bella prosa lírica, la transición que se produce en Sevilla entre el Domingo de Pascua, cuando acaba la estación de penitencia la cofradía de Santa Marina –de la que es oficial de junta de gobierno– y comienza el ciclo que ha pregonado en la Catedral, el de las hermandades letíficas que le dan nombre.
Mario Daza logró captar desde el minuto uno la atención del público asistente con unos versos que quedan ya en los anales de este acto: “Busco tu Gloria, Sevilla”. Un auténtico lema que le ha servido para abrir las puertas de par en par a un periodo de grandes devociones y otras más íntimas, pero que suponen uno de los grandes tesoros de la religiosidad popular de la ciudad.
No dejó ninguna hermandad en el tintero. A todas las nombró. En algunas, incluso, manifiestando los lazos que lo unen a ellas. Tal es el caso de la Virgen del Rosario, de la Hermandad de la Macarena, en la que dedica un especial recuerdo a su tía: “Acógeme entre tus manos/ y llévame hasta ese cielo/ en el que el Dios soberano/ tiene en su ojos grabado/ todo el fervor macareno./ Porque en ti todo se alcanza/ como me enseñó mi tía./ Mi barrio y una enseñan
La imagen de San José Obrero, que volvió ayer a su barrio, presidió el acto en la Catedral
za:/ “Sé siempre nuestra Esperanza,/ Rosario de la Alegría”.
Todo ello con una excelente declamación y teniendo como punto de referencia de su pregón una de las más importantes efémerides que la Iglesia de Sevilla celebra este 2023: los 775 años de la vuelta al culto cristiano de la ciudad con la Reconquista de San Fernando, un santo cuya urna –en la Capilla Real del templo metropolitano– se abrió a la veneración de los fieles ayer, coincidiendo con el aniversario del traslado de sus restos a la Catedral hispalense. La próxima vez que lo haga será el 30 de mayo.
El Pregón de las Glorias lo presidió este año la imagen de San José Obrero, que ayer regresó a su templo. Lo hizo por la tarde, tras salir por la Puerta de los Palos y pasar por delante del andén del Ayuntamiento. Era la primera vez que esta talla, tan venerada en su barrio, pisaba suelo catedralicio. Rozando la media noche, volvía a su templo.
A esta advocación, a la que tanta devoción profesan sus vecinos, le dedicó el pregonero uno de los poemas más destacados de su inter vención: “En tu vara de azucenas/ nace mi vida a lo nuevo/ y queda mi acción de gracias/ por tanto como te debo./ Patrón de mi barrio en fiesta,/ ofrenda de f lor y versos, /soy el niño al que llamaste/con un cirial a tu encuentro/ que hoy ha tenido la dicha/ de poder ser pregonero/ y así cantar en tu gloria/ todo el amor que te tengo./ Y así será mientras quieras/ sin despertar de este sueño,/ sin que acaben estos días/ en que latió el sentimiento/ y el corazón de Sevilla/ fue de San José Obrero”.