Denver, a la gran final
● Los Nuggets barren a los Lakers ● El futuro de LeBron, en el aire
Los Denver Nuggets sellaron la clasificación para sus primeras Finales de la NBA gracias a una impresionante barrida ante Los Angeles Lakers de LeBron James (111-113 en el cuarto partido, 04 en el total de la final del Oeste).
Con su impactante e inapelable victoria por la vía más rápida ante los Lakers, Denver puso además fin a una racha de cuatro finales seguidas del Oeste en las que acabó mordiendo el polvo. LeBron, en una noche titánica y memorable en la que solo descansó 4 segundos de los 48 minutos del partido, tuvo dos opciones para forzar la prórroga pero su primer tiro se fue al lateral del tablero y el segundo, ya sobre la bocina, fue taponado por Aaron Gordon. Con la estadística en contra ya que jamás se había remontado un 3-0 desfavorable en la NBA, LeBron asumió la responsabilidad en el momento de mayor desesperación de su equipo y, a sus 38 años, dio un recital maravilloso de 40 puntos (15 de 25 en tiros), 10 rebotes y 9 asistencias.
LeBron deslumbró con 21 puntos en el primer cuarto y llegó hasta los 31 antes del descanso (nuevo récord para él en una mitad de los play off). Pero todo ese sudor, esfuerzo y épica le pasaron factura en una segunda mitad a la que llegó muy justo de fuerzas y finalmente no sirvieron de nada ante unos
Nuggets extraordinariamente sólidos, compactos y temibles. Nikola Jokic consiguió 30 puntos, 14 rebotes y 13 asistencias y se llevó el premio Magic Johnson al MVP de la final del Oeste. El genio serbio sumó su octavo triple-doble en estos play off y logró así un nuevo récord superando a Wilt Chamberlain (siete en 1967). Murray (25 puntos) y Gordon (22 tantos) también brillaron en unos Nuggets avasalladores en el tercer cuarto (16-36) y que se impusieron en un combate muy feroz de rotaciones limitadísimas (Mike Malone usó solo siete jugadores y Darvin Ham empleó ocho de los Lakers).
Anthony Davis, de menos a más, acabó con 21 puntos y 14 rebotes para un equipo angelino que clausuró su montaña rusa de esta temporada tras un inicio desastroso (2-10), una remontada fabulosa y unos play off ilusionantes en los que eliminaron a los Memphis Grizzlies y los Golden State Warriors.
Tras el final del partido también hubo una noticia muy importante, pues LeBron James dejó interrogantes sobre su futuro y un mensaje críptico en la rueda de prensa. “Fue un viaje bastante guay (esta temporada). Pero no sé, no sé. No me gusta decir que fue un año exitoso porque no juego por nada que no sea ganar campeonatos en este punto de mi carrera (...). No es divertido para mí no ser capaz de ser parte de las Finales”, argumentó en la última pregunta de la comparecencia.
“Pero veremos, veremos. Veremos lo que pasa más adelante. No sé, no sé. Tengo mucho en lo que pensar, siendo honesto, tengo mucho en lo que pensar. Solo personalmente, siguiendo adelante con el deporte del baloncesto, tengo mucho en lo que pensar”, agregó antes de cerrar la
Veremos qué pasa más adelante, no lo sé, no sé; tengo mucho en lo que pensar”
rueda de prensa. “Anthony Davis y yo, hablando en el vestuario un poco, llegamos a la conclusión de que este es uno de los mejores equipos, o el mejor equipo, contra el que hemos jugado en los últimos cuatro años”, aseguró elogiando a los Nuggets.
También se rindió al enorme nivel de Nikola Jokic aunque aclaró que no le sorprendió el recital del genio serbio en esta eliminatoria. “Jokic no me demostró nada en esta serie. Ya sabía lo grande que es”, dijo.
“Siempre estás desequilibrado defendiendo a un jugador así por su habilidad para anotar, rebotear y tirar. Ve jugadas antes de que sucedan. No hay muchos jugadores en nuestra liga así. Ya sabía que íbamos contra una bestia antes de que empezara la serie”, agregó.