Crean el primer protocolo sobre la cadena de custodia en heridas de arma blanca
● El enfermero quirúrgico del Hospital Virgen Macarena Manuel Luque Oliveros es el artífice del manual ‘MLuq’ y, tras tres años de trabajo, pretende implantarlo a nivel nacional e internacional
Un enfermero de Sevilla ha diseñado y puesto a punto un innovador protocolo que recoge un nuevo procedimiento ante un herido por arma blanca para no contaminar la cadena de custodia de las pruebas que llegan a la Policía Judicial. Son los casos en los que se requiere una asistencia sanitaria emergente en el tratamiento y estabilización del arma blanca, en los que, además hay que recuperar, preservar y custodiar vestigios biológicos de interés judicial contribuyendo a la continuidad de la cadena de custodia.
Su autor es Manuel Luque Oliveros, enfermero titular del quirófano de Cirugía Cardiovascular y Cirugía Torácica del Hospital Virgen Macarena. Según explica en declaraciones a este periódico, su formación en criminología y ciencias forenses, unido a su práctica asistencial de urgencias, emergencias y quirófano, es lo que le llevó a la siguiente conclusión, detonante de la creación de dicho protocolo. “Nuestras intervenciones sanitarias, salvaguardando la vida del paciente, tienen margen de mejora en la protección de indicios de interés judicial donde el paciente o víctima sale claramente beneficiado”, señala el enfermero.
Este protocolo se gestó a lo largo de tres años, siendo parte fundamental del mismo la colaboración y aprobación de los diferentes profesionales de otros ámbitos. “Sin ellos, esto no hubiera sido posible”, recalca el autor. Esto es médicos de urgencias y emergencias; jefe de sección de anatomía e histopatología forense del servicio de patología del instituto de Medicina Legal (Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses); inspectores jefes de la sección de la Brigada Provincial de la Policía Científica; inspectora jefa del grupo de inspecciones oculares de la Brigada Provincial de la Policía Científica; jefe de homicidios de la Guardia Civil y Criminalística; juristas de prestigios; criminólogos de gran reputación del área de Toxicología y Departamento de Biología Molecular e Ingeniería Bioquímica; jefes de servicio de cirugía cardiovascular y torácica de incuestionable notoriedad, entre otros.
“Lo primero que detecté es que en muchas de nuestras intervenciones sanitarias había un incumplimiento claro de la ley. Sobre
todo con la Ley de Enjuiciamiento Criminal (aprobado por el Real Decreto de 14 septiembre de 2882). Esto me hizo ahondar más en el conocimiento, para seguir detectando posibles carencias y ofrecer así una propuesta de solución”, insiste.
Así, consiguió crear el protocolo MLuq (con claras alusiones a su nombre de pila). Mientras está a la espera de la confirmación de su implantación en las instituciones sanitarias y otros ámbitos en Andalucía, donde ya está aprobado por la Dirección Central de los Servicios Sanitarios, esta guía de actuación ha demostrado que es capaz de coordinar la asistencia sanitaria emergente en colaboración con las autoridades judiciales en el contexto del arma blanca, que hasta el día de hoy no existía. “Supone un antes y un después para la sanidad andaluza y española puesto que sirve de modelo para contribuir a las garantías de la cadena de custodia en toda investigación criminal”, apostilla el enfermero.
El protocolo ha sido recientemente presentado durante el 17 Congreso Nacional de Enfermería Quirúrgica. Manuel Luque Oliveros confía en que esto le dé mayor visibilidad y suponga un trampolín más allá de nuestra región. “No han sido pocas las dificultades que han tenido los profesionales sanitarios sobre la estabilización del arma blanca. Y múltiples, las ocasiones en las que los tribunales han denegado la validez procesal de evidencias en procedimientos debido a la contaminación o manipulación de las pruebas presentadas. Motivo con el cual los órganos judiciales demuestran la complejidad de la recuperación de pruebas”, detalla el profesional sanitario, quien pretende que este protocolo traspase fronteras y se implante tanto a nivel nacional como internacional.
“Hay compañeros de diferentes comunidades autónomas ya han mostrado su interés por considerarlo una herramienta útil en su práctica y valorando el enorme beneficio que para la víctima tiene desde el punto de vista penal, facilitando la identidad del agresor”, explica. “A nivel internacional, me llena de satisfacción la obtención
El protocolo ya está aprobado por la Dirección Central de los servicios sanitarios de la Junta