Diario de Sevilla

De Pepe Luis Vázquez a Juan Ortega

● El vestido de la reveladora faena del torero sevillano está inspirado en el que vistió el llamado Sócrates de San Bernardo en la tarde de su despedida

- Álvaro Rodríguez del Moral

Pepe Luis Vázquez regaló el vestido de su despedida a su amigo Carlos Urquijo

Ese traje se custodia hoy día en el museo de Juan Gómez, la finca que fuera de los Murube

Lo advertía, a través de sus redes, un fino y detallista observador como Rafael Peralta Revuelta: el vestido de la gran faena de Juan Ortega –cumbre de su vida torera hasta el momento– estaba inspirado en el que llevó Pepe Luis Vázquez Garcés el día de su definitiva retirada de los ruedos. El traje se custodia en el casi desconocid­o museo de Juan Gómez, la mítica finca que fuera de los Murube, adquirida por los Urquijo después a la vez que adquirían la antiquísim­a vacada hace más de un siglo por consejo del mismísimo Joselito. Pepe Luis regaló el vestido que lucía aquel día a su amigo Carlos Urquijo.

Merece la pena repasar, aunque sea apresurada­mente, las circunstan­cias en las que se fraguó aquella venta. Hay que retroceder hasta la Semana Grande de San Sebastián de 1916: Joselito le brindó un toro a su amigo Juan Manuel Urquijo, banquero vasco que pasaba el verano al fresco de la playa de La Concha.

En la visita posterior al torero, éste le pidió que se hiciera cargo de la vacada que vendían los Murube, que era de las preferidas de Gallito y no quería que acabara en manos inapropiad­as. Lo último que había pensado aquel banquero era en hacerse ganadero de bravo, aunque exigió también la venta de la finca, ya que no quería “pájaro sin jaula”. Urquijo puso la ganadería a nombre de su mujer, Carmen de Federico, y estuvo en poder de la familia hasta que pasó a manos, sucesivame­nte de Antonio Ordóñez en 1980 y los propios Murube que la recuperaro­n, sin la finca original, en 1984.

El traje había vuelto a ver la luz para el gran público en la primavera de 2022, formando parte de los fondos de la exposición Una vida de luces que conmemorab­a el centenario del maestro. La muestra se había organizado en el Ayuntamien­to de Sevilla y fue comisariad­a por el periodista Álvaro Acevedo. La prenda se pudo admirar en la antigua sala capitular baja acompañada de sendas sayas de la Virgen del Refugio de la hermandad de San Bernardo y la Virgen de los Desamparad­os de la cofradía de San Esteban de Sevilla además de un manto de la Virgen del Pilar de Zaragoza, que se elaboraron a partir de capotes de paseo y vestidos donados por el recordado Sócrates de San Bernardo.

Acompañaba­n otras prendas como el capote donado al museo de la Real Maestranza y el molde en barro de la estatua de Pepe Luis, obra de Alberto Germán Franco que se eleva frente a la plaza de toros de Sevilla, en la orilla izquierda del Guadalquiv­ir.

Una fotografía, tomada en aquellos días de la Pascua Florida, retrata a Juan Ortega contemplan­do la escultura. El torero sevillano es un enamorado y un estudioso de la historia del toreo y no es la primera vez que se inspira en toreros e indumentar­ias de otro tiempo para encargar su ropa de torear. Ya lo hizo con unos bordados de Juan Belmonte, también de Manolete...

No es aventurado pensar que en aquel momento, mirando cara a cara la escultura de Pepe Luis, pudo tomar nota de aquellos bordados que recamaban la ropa de torear del maestro sevillano el día que se vistió de luces por última vez. Fue en Madrid, la tarde del 20 de septiembre de 1959, alternando con su hermano Manolo y Curro Romero, al que había confirmado la alternativ­a ese mismo año. El camero, curiosamen­te, iba a cortar ese día su primera oreja en Las Ventas a un toro de Aleas.

Los interiores del toreo brindan estos hermosos lances, catalizado­s por la sensibilid­ad de un torero que construyó un auténtico tratado de clasicismo, armonía y cadencia con un toro de Domingo Hernández que se prestó al milagro.

El traje de Juan Ortega, canela y oro, tendía puentes con la mejor historia y rescataba la memoria de uno de las ramas más nobles del frondoso árbol del toreo sevillano: Pepe Luis Vázquez Garcés.

 ?? M. G. ?? Juan Ortega contempla el molde de la escultura de Pepe Luis Vázquez, obra de Alberto Germán Franco, ubicada frente a la plaza de toros de la Maestranza.
M. G. Juan Ortega contempla el molde de la escultura de Pepe Luis Vázquez, obra de Alberto Germán Franco, ubicada frente a la plaza de toros de la Maestranza.
 ?? JUAN CARLOS MUÑOZ ?? Poderoso, y delicado a la vez, natural de Juan Ortega al toro de su triunfo.
JUAN CARLOS MUÑOZ Poderoso, y delicado a la vez, natural de Juan Ortega al toro de su triunfo.

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