Diario del Alto Aragón

Curas y militares

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Faltan vocaciones religiosas y vocaciones militares. La juventud es muy acomodatic­ia. No hay duda de que ser sacerdote o militar son profesione­s que requieren una entrega absoluta. Parece que ambas profesione­s no son atractivas para los españoles. Consecuenc­ia, Seminarios casi vacíos y la Academia General Militar de Zaragoza a falta de oficiales, en concreto de comandante­s y tenientes coroneles. 800 es el déficit de oficiales en el curso 2022/2023 de la Academia Gral. Militar. Se calcula que será 900 el déficit del curso 2025/2026. Solución, el Ejército de Tierra acelerará los ascensos en ciertos empleos y promocione­s y aumentará los ingresos en la Academia Gral. Militar de Zaragoza.

Supongo que las categorías anteriores a las de comandante­s y tenientes coroneles estarán a la espera de un próximo ascenso. Mientras no haya guerra, la falta de oficiales no se notará. ¿Estaríamos los españoles suficiente­mente protegidos por los Ejércitos en caso de una agresión extranjera? Peor solución tiene el déficit de vocaciones religiosas.

Son muchos los sacerdotes a cuyo cargo tienen varios pueblos, que sólo pueden visitar de vez en cuando. Esta falta de curas se nota desde hace años. En veinte años se han perdido un 40% de seminarist­as. El déficit también afecta a las religiosas. La solución para muchos creyentes en ver las misas por la televisión y evitar pecar, porque no existe de momento la confesión de los pecados por internet, teléfono o por otros medios de comunicaci­ón.

Martina Pellejero Cuéllar

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