Muerte y vida
En Estados Unidos son legales la pena de muerte, el compostaje humano y los vientres de alquiler, tres prácticas ilegales en España. La pena de muerte fue abolida en nuestro país bajo cualquier circunstancia por ley orgánica del 27 de noviembre de 1995. Ya llevaba abolida desde la Constitución de 1978 exceptuando lo que pudieran disponer las leyes penales militares para tiempos de guerra. La pena de muerte fue utilizada en España sin interrupción hasta 1932, cuando fue abolida a raíz de una reforma del Código Penal introducida durante la Segunda República, aunque continuó en el Código de Justicia Militar y el Código Penal de la Marina de Guerra. Fue restaurada en 1934 para delitos de terrorismo y bandolerismo. Francisco Franco la reincorporó plenamente al Código Penal en 1938. Todo esto es Historia. No es previsible que regrese la pena de muerte, a no ser que volviera a mandar en España un militar. Decapitación, horca y garrote vil fueron los medios que se utilizaron para las ejecuciones. Ciudadanos es el único partido político que defiende la gestación subrogada, pero no los vientres de alquiler, que deberían ser vientres altruistas. En cuanto al compostaje humano, es una práctica que tardará un tiempo en introducirse en nuestro país por las ideas religiosas que todavía influyen poderosamente en las mentes de sus habitantes. La incineración o cremación sigue siendo minoritaria aunque crece año a año, un 16% de fallecidos en 2005, un 36,25% en 2015, un 44,93% en 2021, un 45% en el año 2022. Los partidarios del compostaje humano o humusación dicen que es un proceso de regreso a la tierra respetuoso con el difunto y con el planeta. El proceso consiste en introducir el cadáver en un recipiente cerrado junto con materiales como virutas de madera, hierba de paja y alfalfa y durante tres días las bacterias descomponen el cuerpo. Así los restos humanos se convierten en humus sano y fértil. Este proceso nos transforma en abono orgánico que se usa para plantar árboles o vegetales. Esta técnica de entierro ecológico gana adeptos en EEUU, pero la iglesia católica la rechaza, dice que no se puede tratar a los cuerpos humanos como si fuesen residuos domésticos.
Antonio Nadal Pería