Lula da Silva culmina su visita a Portugal con un ambicioso desafío
LISBOA.- EL líder brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, concluyó ayer, con protestas de la ultraderecha, una visita a Portugal que ha sellado el reencuentro entre ambos países, con ambiciosas metas comerciales pendientes y el desafío de avanzar en el tratado UE-Mercosur, prioritario también en su agenda en Madrid.
La visita terminó con una ceremonia en el Parlamento luso empañada por los diputados de Chega que Lula resumió como un “papelón” de la ultraderecha.
En los alrededores de la Asamblea, un fuerte dispositivo de seguridad controló dos manifestaciones, una a favor del presidente de Brasil y otra en contra -convocada por Chegaque transcurrieron sin incidentes.
Chega, que recibirá a Jair Bolsonaro en un evento de la ultraderecha en Portugal en mayo, ya había anticipado las protestas, que coincidieron con las celebraciones del 25 de abril.
“Brasil está de vuelta”, insistió Lula durante su visita a Portugal, donde incidió en dos temas de la agenda internacional: la guerra de Ucrania y el tratado de la UE y Mercosur.
En el Parlamento luso reiteró ayer su apuesta por un diálogo de paz: “La guerra no puede seguir indefinidamente (..) Es necesario hablar de paz”, dijo Lula, que defiende crear una mesa con países “que den confianza” a ambas partes.
Una postura que contrasta con la mantenida por la UE y que resumió ayer el presidente de la Asamblea lusa, Augusto Santos Silva: Rusia “debe cesar hostilidades y retirarse de un país soberano”.
Tras este acto, emprendió viaje a Madrid, segunda etapa de su primera gira europea en esta legislatura. El líder eligió ambos países porque son la “puerta de entrada” a la UE. ●
Ayer voló a España para seguir con su gira por los países que son la “puerta de entrada” a la UE