Las fortunas más pudientes

La plataforma Sumar de Yolanda Díaz ha propuesto la “herencia universal”, un cheque entregado a los jóvenes al cumplir los 18 años para que lo inviertan en educación, vivienda o en lo que fuese, cuya cuantía podría ascender a 20.000 euros, una medida redistributiva orientada a corregir las desigualdades de manera temprana y que financiarían las fortunas más pudientes a través de impuestos. Una idea que será muy bien acogida por los jóvenes de 18 años pero que rechazarán de plano los poseedores de las fortunas más pudientes, hartos de pagar impuestos. Estos pudientes ya tienen sus herederos y se preguntarán por qué tienen que cargar con la herencia de otros. Esa ayuda se financiaría con un impuesto sobre patrimonio/sucesiones inferior al 10 %, que dejase exenta la vivienda habitual y la riqueza hasta un millón de euros. Esto me recuerda a los impuestos de solidaridad forzada. Dudo de que la denominación “herencia universal” sea acertada. El heredero universal es aquel que hereda los bienes, derechos y obligaciones del fallecido. La principal circunstancia del heredero universal, que no contempla la propuesta de Yolanda Díaz, es que al aceptar la herencia hay que aceptar también sus deudas. La herencia universal de la vicepresidenta de Gobierno sería a fondo perdido, es de suponer, pues el beneficiado no hereda de alguien concreto, sino que recibe un regalo del Gobierno, en realidad de las fortunas más pudientes. Ni siquiera se trata de “una herencia a beneficio de inventario”, que sería responder de las deudas de la herencia hasta donde sea posible hacerlo con los bienes y derechos de la misma. Cada año cumplen la mayoría de edad en España casi 500.000 jóvenes, con lo que a 20.000 euros por cabeza, el gasto alcanzaría los 10.000 millones de euros. A buen seguro que los poseedores de las fortunas más pudientes, por muy pudientes que sean, no están dispuestos a financiar cada ocurrencia del Gobierno que les obligue a rascarse el bolsillo.

Antonio Nadal Pería