Diario del Alto Aragón

Para ti, mi hija, mi luz, mi camino, mi Carlota

-

Hace tiempo que tenía la preciosa necesidad de compartir con el mundo, con la vida, que te extraño, cada día más y cada momento más fuerte. Momentos donde me encantaría que tu alma estuviese como antaño junto a la mía, sonriendo, compartien­do un amor que todos merecemos vivir, pero muy pocos saben sentir. No hace falta que te diga que sé que me observas desde arriba, con tus alas abiertas desde el cielo. Un cielo donde se juntan las estrellas y el mar. Un cielo donde lo más puro se convierte en lo más corriente, donde tú brillas con todo tu esplendor. Sé que me cuidas desde arriba, y sé que tú también me echas de menos. Jamás pensé que se iba a quedar tan grabado el día que nos dejaste. Sin embargo, lo más duro para mí no ese recordar ese tipo de cosas, es pensar en todo lo que estoy viviendo y en qué dirías o qué comentaría­s con cada experienci­a o acontecimi­ento que me sucede. Me encantaría hacerte tantas preguntas: ¿Estoy haciendo bien las cosas? ¿Me sigues aceptando como soy? ¿Estarías orgullosa de mí? ¿Sonreirías cuando te cuento mis historias? ¿Qué me aconsejarí­as cuando te cuento mis problemas? Son demasiadas preguntas que jamás tendrán una respuesta, al menos no una tangible. Todos los días ruego para soñar contigo y que al menos así puedas decirme si estoy haciendo todo bien. Me gusta que aparezcas cuando más necesito un consejo, porque siempre te llevo conmigo. Sé que sigues allí, acompañánd­ome en cada momento. Sé todo lo que sientes por mí porque lo siento muy dentro, en mi corazón y que sale al exterior por cada poro de mi piel a modo de amor eterno. Tú siempre estarás ahí y estás para guiarme. Sé que no quieres que me estanque por haberte perdido y soy consciente de ello desde el primer momento que te perdí. Todos me dicen que siga adelante. Que no mire atrás tan solo, como decías tú, para coger carrerilla y conseguir todo lo que me proponga. Pero se me hace difícil. Cada paso cuesta porque no estás, y no puedo evitar desear dormir y soñar que estás a mi lado otra vez. ¿Sabes qué? Sigues siendo la primera alma en la que pienso cuando algo estupendo me sucede, cuando deseo compartir, hablar o cuando necesito ayuda. Y es cierto que ahora solo puedo hacerlo en mis sueños cuando me pongo las manos en el pecho y siento los latidos de mi corazón. Me faltó tiempo, demasiado tiempo para continuar disfrutand­o de la vida junto a ti. Te confieso que se me hace raro estar aquí y vivir todo sin que tú estés a mi lado. Se me hace extraño no verte en casa, no verte, sentirte y no disfrutar de tu sonrisa. Te diré que es como vivir una situación totalmente ajena a mi corazón, donde no entiendes el porqué de la misma. Desde la tierra, donde piso y coloco mis pies con fuerza te dedico todos mis logros. Cada momento increíble es para ti y solo para ti. Porque lo comparto con aquello que amo, claro que sí, y que siguen a mi lado. Gracias por ser siempre y eternament­e tú. Porque nunca jamás dejaré de mirar hacia arriba, hacia las estrellas y el cielo donde estás tú.

Tengo la sensación de que se me queda una cosa más por decirte. Te quiero. Es importante decirlo muchas veces en la vida porque después te arrepiente­s. Te quiero, te extraño y te doy las gracias por hacerme mejor persona durante toda la vida.

Te quiero, hija, hoy, mañana y siempre hasta que nos volvamos a juntar siempre en la eternidad.

Tu madre,

Sandra Secorún

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain